Hace 4 años, a estas horas, estaba yo ingresada en el hospital esperando la llegada de la pequeña de la casa. ¡¡¡Qué rápido pasa el tiempo!!! 4 años de una de las noches más largas de mi vida con contracciones, idas y venidas a monitores y… no dilatando 😛
Esa mañana acudí a urgencias porque parecía que perdía líquido amniótico. A las 12 en punto me lo confirmaban. La bolsa tenía una fisura y me tenía que quedar ingresada. Parecía que pronto iba a ver la carita de mi niña pero… ¡¡¡qué ilusa!!! aún me esperaban casi 36 horas para que eso sucediera 😉 Todo el día en reposo esperando que las contracciones empezaran y nada.
Lo que peor llevé de esas horas fue no poder estar con mi hijo. Esa mañana me había despedido de él, como otro día cualquiera, sin saber que iba a estar unos cuantos días sin poder verle. ¡¡¡Lo que le echaba de menos!!! y me entristecía pensar que él no entendiera por qué no estaba su madre en casa. Al menos estaba con mi madre y eso me dejaba muy pero que muy tranquila.
Y llegó la noche. A estas horas las contracciones ya eran muy incómodas y muy seguidas. Todo soportable (en la medida de lo que había pasado con el mayor) pero yo iba necesitando levantarme de la cama. Me llevaron a monitores y… nada, sólo un centímetro así que vuelta a la habitación. Se acercaba el momento que tanto temía: la OXITOCINA. Tenía muy mal recuerdo de la inducción del mayor y no quería volver a repetir.
8 de la mañana del 24 de mayo. Dilatada 1 cm (anda que no soy dura ni nada para eso de dilatarse) toca ayudar a que empiece la cosa porque ya llevo muchas horas con la bolsa rota. ¡¡¡¡MADREEEEEEEEEEEE MÍAAAAAAAAAAA!!!! ¡¡¡QUÉ DOLOR!!! la maldita oxitocina empezaba a hacer de las suyas. Ni los masajes de mi marido conseguían calmar ese maldito dolor. Ni la pelota, ni paseando, ni sentada, ni… de ninguna manera. Lo único que me hacía calmar las ganas de gritar y mandar a todos a tomar vientos frescos era llorar. Sí, llorar. Fue lo único que consiguió que me relajara algo y aguantara. Por suerte, a las 11 de la mañana ya había dilatado 5 cms y me podían poner la epidural. La necesitaba, quería disfrutar de mi parto y no dudé en pedirla.
A partir de que me la pusieran todo fue mejor. No me podía mover tanto como me hubiera gustado pero al menos nos dio tiempo, a mi marido y a mí, a hablar, a prepararnos para lo que venía e, incluso, a reírnos 😛
Pero no iba a ser todo un camino de rosas y el parto se paró. Si a las 11 de la mañana estaba de 5 cms a las 17 horas seguía igual. Ya se que me diréis que fue por culpa de ponerme la epidural pero no, esta vez no fue eso lo que lo detuvo. Fue la postura (vale, relacionada con la anestesia, os doy la razón), estar boca arriba era lo que detenía la dilatación. Os preguntaréis por qué. No os voy a dejar en ascuas. Da la casualidad de que tengo un quiste en el cuello del útero que no me dejaba dilatar en esa postura ¡¡misterios del cuerpo humano!! (y una que es muy rara y tiene de todo). Por suerte, por ahí andaba un matrón la mar de majo (Ramón, imposible olvidarme de él) que pensó que poniéndome de medio lado la cosa podría ponerse en marcha. Era mi última opción antes de pasar por una segunda cesárea. Pasamos las dos horas más largas de ese día esperando a la siguiente revisión. Tiempo que utilizamos para organizar los días de más que me tocaría estar en el hospital si al final me hacían la cesárea.
Tic, tac, tic, tac ¡¡¡qué lento pasaba el tiempo!!! pero pasó y llegó la hora del veredicto. Vinieron la matrona y la ginecóloga acompañadas de una estudiante. Yo de los nervios pero ellas muy tranquilizadoras y amables. Me pidieron permiso para que me mirara también la estudiante. Yo les dije que sí, que de perdidos al río y que de alguna manera tendría que aprender, pero que me diera buenas noticias 😛 Primero me miró la ginecóloga y puso cara de… nada (seguro que se le da muy bien jugar al poker) y luego la muchacha de prácticas (reconozco que con muy buena mano y cuidado porque apenas noté nada) y sonrío, me miró, miró a las otras dos y dijo… yo creo que está de 7 cms ¡¡¡qué alegría por favor!!! La cesárea descartada.
En algo más de horas llegó el momento de empujar para que la niña fuera bajando porque aún estaba un poco alta (ella dando guerra hasta el último momento). La matrona del siguiente turno (echar cuentas de que ya llevaba más de 12 horas allí) me explicó cómo tenía que empujar. De lo más maja y con mucha paciencia porque yo estaba muy nerviosa. Me explicó que lo íbamos a hacer de medio lado y muy amablemente le enseñó a mi marido cómo tenía que ayudarme ya que tenía una pierna totalmente dormida (ya os digo que lo que no me pase a mí… 😛 ). Lo gracioso es que él no quería ver nada porque no soporta la sangre y… de repente se encontró viéndolo todo en primera fila. Pero aguantó como un campeón.
¡¡¡Qué poquito quedaba ya!!! Nos dejaron ahí, empujando y nos explicaron que iban a cenar porque luego se les iba a hacer tarde. A nosotros nos pareció muy bien. Tienen guardias largas y en algún momento tendrán que reponer fuerzas para poder seguir haciendo su labor. Pero a mi pequeña no le gustó mucho la idea y antes de que terminaran de prepararlo todo yo ya no podía ni cerrar las piernas (upsss qué mal suena esto pero es que fue así 😉 ). Se acercaron para ver qué me pasaba y… lo siguiente que oí fue que rápido al paritorio que la cabeza ya asomaba.
Los siguientes minutos pasaron volando. Me pasaron al potro, me colocaron en una posición en que estuviera cómoda y primer empujón. Mare meua ¡¡¡qué escozor!!! eso tiraba mucho ¡¡¡qué venga ya otra contracción por favor!!! Segundo empujón y… 23:10 horas mi pequeña veía la luz por primera vez (se me saltan las lágrimas sólo de recordar ese momento). ¡¡¡Qué calentita estaba!!! enseguida hicimos piel con piel y me sentí la mujer más feliz del mundo. Fue mágico notar cómo salía de dentro de mí la cosita más bonita del mundo y me sentí plena, realizada por haber podido conseguirlo, porque no se volvió a repetir la historia de mi primer parto, porque pude parir a mi hija. Hace 4 años tuve el mejor regalo que me han podido hacer.
Así que hoy, voy a intentar hacerle a mi hija el mejor regalo que pueda desear. Quiere ser la protagonista y la que mande y quiere estar con sus amigos, con todos ellos (casi 30 más los hermanos), y su madre se lo va a conceder. Por la mañana tenemos su fiesta con la familia y amigos y hemos llamado a una animadora para que la haga sentirse aún más especial. Ya está todo listo para su fiesta de Frozen. Incluso va a tener la tarta de sus sueños gracias a una amiga que tiene una mano con la cocina… y mi pequeña será la reina del día porque se lo merece, porque la quiero con locura y porque nos hizo muy felices a todos, incluso a su hermano que no estaba muy seguro de tener una hermanita y ahora no sabe vivir sin ella 😉
Ahora entenderéis por qué he estado tan desaparecida esta semana y comprenderéis que hoy no aparezca mucho. Mañana será otro día (Marta espérame para el #150palabras) y volveremos a la rutina pero hoy me permitiréis disfrutar de mi familia y sobre todo de mi pequeña que cumple 4 años.
Muchísimas felicidades! Un fuerte abrazo a ambas y sobre todo que pasen un día mágico en todos los sentidos, y para la pequeñita Maite que todos sus deseos se cumplan al apagar las velitas del pastel. Muchas muchas felicidades!
Muchas gracias. Fue un gran día y una gran fiesta. Lo pasamos genial y ella feliz con todos sus amigos cerca 😉 No puedo pedir más
Disfrutar mucho, que hoy es vuestro día
Un besazo!!
Muchas gracias… besos
Después de ses parto tienes la obligación de celebrarlo cada año. Muchísimas felicidades!!!
Pues sí, aunque el del mayor fue peor.. jejejejeje… gracias
Después de 36 horas te tendrían que haber hecho una fiesta a ti jejeje
Me alegro mucho de que todo saliera bien y de que lo celebreis así de bien.
Fue largo de narices pero te aseguro que volvería a pasar por ello sólo por el regalo final… así que yo lo celebro por todo lo alto… el de la pequeña y el del mayor… que también me costó lo mío 😉
Disfutad mucho!!! PAsadlo muy bien, y sí, 4 años parece que pasan volando. Muchas felicidades!!!
Han pasado demasiado rápido.. gracias.. un besazo
Pero que mayor que es: 4 años ya!!!! Muchas felicidadeeeeeeeeeeeeeeeeeeees y un beso enorme!!!! Muaaa 🙂
Muchas gracias… sí, me he quedado sin bebés 😛
Uffffff, vaya parto tan tremendo!!!! y qué largo!!!! menos mal q existe la epidural, doy fe de que es un inventazo porque, si mi primer parto fue una inducción y duró 5 horas, al segundo llegué al hospital de 8 cm y ni pudieron ponérmela y madre mía, qué tremendo el expulsivo sin nada q lo alivie!!!! En fin, lo importante es que todo salió bien y que sigamos disfrutando de nuestros pequeños cada día. Muchísimas felicidades!!!!!!!!
Fue un parto largo y complicado pero mucho mejor que el del mayor… en ese sí que vi las estrellas y sin epidural porque no llegaba al mínimo de centímetros exigidos para ella… cuando por fin me la pusieron vi a Dios..jejejejeje… pero bueno… que nos quiten lo bailao cuando ya tenemos a nuestros peques en brazos… gracias y un besazo
Madre de dios bendito, yo que tuve parto expres de 1 hora y media, no me imagino estar como tu día y medio. Felicidades a la peque aunque llegue tarde, es que estos días he estado un poco off jeje.
Que emocionante leer tu parto. Muchas felicidades a tu pequeña. Un abrazo.
Ohhh, qué bonita!!!
Si es que pasa el tiempo volando…Feliz cumpleaños para tu pequeña.
Feliz día!
Muchas Felicidades, a las dos, que hiciste tu trabajo muy bien 😉
Un abrazoo
Que mujer mas fuerte eres!!! mira que aguantar 36 horas, yo resistí 13 horas y como las sufrí, pero como dices el regalo mas bello es cuando vemos a nuestros peques, y taran por arte de magia se van esos dolores!!! Muchas felicidades a tu peque, el tiempo pasa volando y mejor disfrutarlos ahora!!!