Querido Diario
Creo que sentir miedo es necesario, no sentirlo sería una gran error que podría traernos consecuencias, a veces, poco deseadas.
Siempre debemos de tener algo de miedo antes de dar un paso decisivo en nuestra vida, pero en su justa medida, ¿no? Un exceso de miedo nos paralizaría y no nos dejaría avanzar y eso tampoco queremos.
¿Quién no sintió miedo al comienzo de un nuevo curso en un nuevo sitio? Eso nos hizo ir a ese primer día despacio, tanteando a la gente y sin pasarnos de listos.
¿Quién no tuvo miedo ante la posibilidad de compartir la vida con otra persona? Si no lo hubiésemos tenido y nos lanzáramos de cabeza a la primera de cambio el número de separaciones y divorcios sería escandaloso.
Y, ¿quién no sintió miedo ante la llegada del primer hijo a casa? Yo por lo menos tuve pánico, no al principio porque vivía en una nube de color de rosa pero luego… a medida que se acercaba la fecha del parto me entró mucho miedo, el justo para no ir confiada y tomarme las cosas con más serenidad.
Sigo teniendo miedo pero si no lo tuviera bajaría la guardia y a lo mejor me arrepentiría.
Llego con retraso a la palabra del mes de junio que nos propuso The Blue Monster en su #queridodiario, pero como me he propuesto completar este año los doce meses, tarde, pero os dejo la del mes anterior, (Iván, ¿me dejas, verdad?) 😛
¿No sabéis qué es #queridodiario? Aquí nos lo explicó muy bien en su momento el promotor de este carnaval bloguero. Resumidamente, es un reto en el cual tenemos que escribir, a modo de diario, sobre una palabra (sentimiento) que nos propondrá Iván y usando unas 200 palabras. Interesante, ¿verdad?
Pinchando en este enlace podéis leer el resto de entradas que surgieron con la palabra miedo y, si pincháis encima de cada mes, podréis leer mis anteriores participaciones (falta mayo que aún no la he publicado 😉 ) enero, febrero, marzo, abril.
Animaros vosotros también a escribir aunque sea en privado, es un gran ejercicio llevar un diario.
Yo pienso como tu, que el miedo es necesario siempre que no sea tan excesivo que no nos deje disfrutar. El miedo nos hace ser precavidos, tener cuidado e intentar estar seguros. Claro que el riesgo a veces está bien,pero depende de en que casos.
Por cierto a mi no me dio tiempo a tener miedo con el parto, ocurrió antes de tiempo y demasiado rápido jaja, pero ahora me pongo a pensar en el segundo y si, siento mucho miedo!
A mi me dio mucho tiempo a tener miedo jejejeje pero fue mejor la segunda vez porque aprendí de la primera 😉