El inicio del curso está siendo un pelín complicado con tanto bichito que se están trayendo mis hijos a casa. Si ya son de por sí molestos los piojos (aquí os hablé de cómo prevenir su visita) las lombrices no dejan de serlo menos y encima llegan sin avisar, armando follón y escondiéndose.
Todo comenzó con unas noches de lo más moviditas de mi chica. En la madrugada se despertaba llorando desconsoladamente y nada de lo que hiciéramos lograba calmarla.
Al principio, pensábamos que eran picores por la piel seca o por el calor. Le hidratamos mucho la piel y parecía que se calmaba pero no, enseguida le volvían los picores. Cuando se tranquilizó un poquito nos pudo explicar que le picaba en la “pometa” así que pasé a la segunda medida de emergencia en estos casos. Refrescar la zona, secar suavemente y una crema especial para las irritaciones. No hizo efecto inmediato pero se quedó más tranquila y consiguió dormir (ella porque yo ya me desvelé y me fue imposible volver a conciliar el sueño). Eso sí, tuve que dejarla sin el pañal porque su sólo roce la ponía frenética.
A la hora de dormir del día siguiente tomé todas las medidas oportunas para evitar las irritaciones y poder descansar todos. Pero… prácticamente a la misma hora que la noche anterior comenzó el baile otra vez. Repetimos las mismas operaciones, pero no hacían efecto. Al final, yo creo que de cansancio más que de alivio, la pequeña se durmió en el salón.
Después de esta segunda noche empecé a sospechar de las lombrices. Por el día la niña lo pasaba muy bien y sólo estaba molesta por la noche. No se le veía ninguna irritación y tenía la piel muy hidratada. Lo tenía claro, si por tercera noche consecutiva pasaba lo mismo nos íbamos al pediatra.
Y tuvimos que ir a la consulta. Tres noches sin apenas dormir estaban terminando conmigo y, lo que es peor, mi niña lo estaba pasando mal. Una buena revisión y una simple prueba y confirmado el diagnóstico, estaba infectada por oxiuros o, como comúnmente los conocemos, por lombrices.
Tratamiento sencillo. Una dosis de jarabe y solucionado y tratamiento preventivo para toda la familia, además de tomar algunas medidas para evitar que reaparezcan.
Cambiamos todas las sábanas de las camas e hice una limpieza a fondo del sofá (recordar que una noche se quedó ahí dormida). Las toallas también tuvieron lo suyo y extremamos aún más las medidas de higiene ya que las lombrices pueden entrar a nuestro organismo por la boca de la forma más insospechada.
Y, por ahora, no se han vuelto a repetir. Eso sí, me recomendaron que en dos semanas volviera a darle otra dosis del jarabe por si había quedado algún huevo ya que pueden vivir fuera del cuerpo durante ese periodo de tiempo.
Consejos para prevenirlas:
1- Lavarse las manos con agua caliente y jabón…
- antes de comer
- después de jugar en el exterior
- después de usar el wáter
2- Intentar mantener las uñas cortas y limpias
3- Cuidado con rascarse el culito o comerse las uñas
4- Cambiar de ropa interior a diario
5- Lavar el pijama cada pocos días (yo lo hago a diario porque duermen sin ropa interior)
Tenía entendido que había que sacarlas además… Uff, es terror para mi fobia a los bichos…
Eso nunca me lo han dicho. Sí que para asegurar el diagnóstico te piden que pongas un poco de celo en el culete por la noche y por la mañana se ven las lombrices pero a veces no hace falta y se ven a simple vista.
Las tres veces que mi niña ha tenido yo le he visto la lombriz en el culete, pobrecita mia, me da repelus al recordarlo
A mi también.. odio cuando miro y veo al bichito retorcerse… arggggggggggggg
Pues ya han llegado esos bichito a mi casa
uno de mis hermanos las tenía a menudo!!!! Era el que andaba todo el día con las manos metidas en porquería!!!! Pero por ahora, en casa, nos hemos librado de lombrices y de piojos, cruzo los dedos!
Yo con el mayor me libré de las lombrices pero claro, el arenero y él no eran muy amigos, en cambio mi hija se pasa todo el día ahí y creo que algo tiene que ver… porque fue coger vacaciones y nos olvidamos de ellas y ha sido volver al colegio y… ¡¡otra vez!!
En casa hemos recibido la visita un par de veces ya, auqnue el jarabe que toman ellas, creo que es otro. Y aunque sea de limpieza de sábanas, corte de uñas, consejos de limpieza a las Genovevas, repetición del jarabe a la semana, y pastillas para nosotros. Prefiero estos bichos a los piojos. Aunque mis hijas están avisadas que no quiero que entre ningún bicho a casa. Y recuerdo la primera vez que l’aînée vino con lombrices, no sabía dónde meterme.
jejejejeje… yo también prefiero las lombrices a los piojos.. como que se las trata mejor… pero bueno… mejor que ninguno venga a hacernos visitas y todos contentos 😉
jajaja cada vez que oigo la palabra “Lombrices” me acuerdo del capitulo de “cuéntame” donde la abuela le pone una vela en el culo a carlitos para que salgan.
Ahora bromas a parte, es una putada tenerlas, pican un montón y son un coñazo. Que bien que no se haya vuelto a repetir, yo cruzo los dedos para que no las pasemos.
jajajajaja ese capítulo me lo perdí… ¡¡¡qué bueno!!!