Por segundo año consecutivo, hemos aprovechado la Semana Santa para hacer las maletas y salir a la carretera en busca de lugares que no conociera la pequeña.
Si el año pasado el tema principal fueron los caballos y la playa en Ribadesella, Asturias, este año ha sido el río en León. Y es que León es visita obligada en Semana Santa, por lo que nos hemos ido a disfrutar del ambiente que rodea las procesiones en Astorga y a degustar in situ su famoso cocido maragato.
Pero no solo eso, sino que nos hemos escapado a un pueblecito de las afueras, Val de San Lorenzo, donde la pequeña ha podido pasar la tarde en plena naturaleza y hasta disfrutar de la vista y el sonido que nos ofrecía ¡una catarata!