Una de las cosas que estamos aprendiendo este verano es a conocer las frutas y verduras de temporada. Para ello hicimos una visita al mercado para ver qué era lo que vendían en los puestos de fruta y verdura y, de paso, compramos para hacer la cena. ¿Queréis saber qué compramos? Unos apetitosos y riquísimos calabacines para hacer San Jacobos de calabacín.
Es una receta tan fácil de hacer que incluso lo niños pueden hacerla ellos solos, eso sí, es un poco laboriosa por lo que estarán entretenidos un buen ratito 😉 Como era la primera vez que la hacíamos les ayudé un poco guiándoles en los pasos y con el uso del cuchillo pero ya veréis qué sencillos son de hacer.
Ingredientes para 4 personas:
2 calabacines medianos
lonchas de queso
lonchas de pavo
harina
1 huevo
Modo de hacer:
Antes de ponerse manos a la obra hay que encender el horno a 200ºC para que vaya calentándose.
Después lavamos y pelamos los calabacines. Los cortamos a la mitad y los hacemos láminas cortando a lo largo. (Esta parte la hice yo por el tema de evitar accidentes con el cuchillo)
Cortamos el queso y el pavo del mismo tamaño que las láminas de calabacín para que no sobresalgan al montarlos (esto ya lo hicieron los niños porque es más fácil cortar estos dos ingredientes)
Preparamos la cadena de montaje para manchar lo menos posible a la hora de montar los san jacobos. Un plato con harina, otro con el huevo batido y el tercero con el pan rallado (nosotros usamos el que ya viene mezclado con ajo y perejil). Al principio de la cadena teníamos los trozos de calabacín, pavo y queso para montar los san jacobos.
Una lámina de calabacín, una loncha de pavo, una loncha de queso y otra lámina de calabacín. Lo pasamos por la harina, untamos bien en el huevo y lo pasamos por el pan rallado y lo colocamos en la bandeja de horno, sobre el papel para horno.
Una vez terminados todos los san jacobos los metemos en el horno (recordar que ya está previamente calentado) y los dejamos allí hasta que se doren.
Listos para tomar, fríos o calientes. Sin sal y sin aceite ¿qué más se les puede pedir? Yo sí que tengo algo que pedir, que a mis hijos les guste comerlos tanto como hacerlos 😉
Así los hacemos nosotros, pero fritos. Y a veces con la variante de que sean pencas de acelga. Tenfo que intentar lo del horno.