Una de las situaciones que, por desgracia, ya hemos vivido ha sido que uno de nuestros hijos empezara a deshidratarse. En nada de tiempo y, las dos veces, por la misma razón, la gastroenteritis. Y conocer los signos o síntomas de la deshidratación nos ayudó a que la cosa no fuera a mayores.
La primera vez tuvo que ser ingresado mi pequeño, por eso, por ser demasiado pequeño (no llegaba a los 10 meses de edad) y la segunda no fue a mayores y se recuperó en casa.
Síntomas de la deshidratación en niños
- Sequedad en la piel y mucosas. Nariz, boca,… secas o pegajosas. La piel también se verá, a simple vista, seca y cuarteada.
- Cuando lloren no habrá lágrimas o serán muy pocas
- Se les verá los ojos hundidos
- Mojarán menos pañales o irán menos a orinar
- Estarán más irritables
- Sufrirán mareos y/o somnolencia
- En los bebés, la fontanela, en su parte superior, se verá hundida
Causas que hacen que se deshidraten los niños
Enfermedades
Una de ellas ya la he dicho al principio. La enfermedad y, en concreto, la gastroenteritis. Todas aquellas patologías que produzcan diarrea y/o vómitos.
Por ejemplo, cuando tuvieron que ingresar a mi hijo, había empezado con un cuadro de diarreas pero toleraba los líquidos por lo que no había signos de deshidratación. Después de pasar por urgencias y comprobar que todo estaba bien, nos volvimos a casa con el listado de signos de alarma en caso de que persistiera o empeorara la situación.
Empeoró porque empezó a vomitar y no toleraba nada. Una sola vez vomitó y fue suficiente para que un bebé de 9 meses se deshidratara.
La fiebre también contribuye a que los más pequeños se deshidraten al igual que la faringitis. Es lógico, si lo pensamos bien, si les duele al tragar comerán y beberán menos por lo que será más fácil la deshidratación.
Exceso de sudoración
Bien porque hagan mucho ejercicio y se hidraten poco o bien por las altas temperaturas y la baja ingesta de líquidos. Si sudan pierden mucha agua que si no la reponen les llevará a la deshidratación.
¿Cómo podemos prevenir esta situación?
Por supuesto, controlando que tomen la cantidad suficiente de agua para reponer lo perdido. Sobre todo cuando están haciendo ejercicio físico o estén enfermos.
También podemos evitarla con una dieta rica en frutas y verduras y evitando las bebidas azucaradas como pueden ser los refrescos.
Además, en épocas de mucho calor, en las horas centrales del día, procurar que no hagan ejercicio físico y mantener a los más pequeños en lugares frescos y a la sombra.
En caso de sospechar que nuestros hijos o hijas están deshidratados lo mejor es empezar a dar agua (lo del Aquarius para las gastroenteritis es una leyenda urbana, NO sustituye a los sueros orales, y si no me creéis leer lo que dice Lucía, Mi Pediatra), ponerles en un lugar fresco y si su aspecto general no es bueno llevarles a un centro de salud para una valoración por expertos. La deshidratación es un tema muy serio.