“Ninguno de los tres se animaba a dar el primer paso. En esto, apareció un pequeño lobo silbando y se los quedó mirando. – Perdonar, ¿qué hacéis aquí fuera? ¿Se ha terminado ya la fiesta? Espero que no, ¡¡¡no me la pierdo ningún año!!! – les dijo. – ¿Detrás de esa puerta hay una fiesta? – preguntó Alfredo – No teníamos ni idea. Veníamos siguiendo esa estrella brillante pero sin saber el por qué. – Es lógico, cada año se elige a tres invitados especiales para esta fiesta y se los hace venir sin dar ninguna explicación. Nos gustan mucho los misterios. Ains, ¡¡¡qué recuerdos de miSigue leyendo…