Niños de alta demanda, ¿niños de altas capacidades?
Ayer recordaba con Maite un video que habíamos visto de mi pequeña cuando aun no llegaba al año. Estaba en su sillita. Mirándose los deditos y contando hasta diez, de memoria. Y me hizo recordar su nacimiento y su etapa de bebé. Nació sin llorar, con los ojos tan abiertos que parecía que nos buscaba. De bebé no fue distinto. Nunca lloró. Es difícil de explicar. Sabía lo que necesitaba con solo mirarla. Yo era madre primeriza, la primera de mis amigas y de ambas familias en tener un niño, y todo me parecía normal. ¿Quién me iba a decir que podría ser una niña de alta demanda? Cómo llegué a pensar que mi hija era unaSigue leyendo…