Hace algún tiempo vi anunciado en la tele el espectáculo “Disney on Ice” y hablé con mi marido:
– ¿Por qué no llevamos a la peque a verlo?
– Bueno, pero… ¿y si ella estando allí se pone tonta? – me contestó, con toda la razón y toda la preocupación
Al final nos liamos la manta a la cabeza y lo hicimos, pensando en cuando fuimos a México de vacaciones y la llevamos a ver el espectáculo “Michael Jackson”, que le encanto. Me acuerdo que ¡ni pestañeaba! mientras estaba la actuación y luego cuando terminaba aplaudía como todo el mundo jajaja
Pues busqué donde comprar las entradas, fui al sitio en concreto y, al mirar el precio, casi caigo para atrás. Dos entradas en un lateral del espectáculo abajo 34 euros, casi me da un patatús, menos mal que los niños menores de dos años entran gratis (mi niña los hace en mayo), pero vamos, aun así me parecía un robo por otros papás con niños mayores de dos años.
Menos mal que había una oferta: si comprabas cuatro de esas entradas nos costaba 25 euros y como mi amiga tiene un nene de la misma edad que Paula y se querían venir, pues al final salieron mejor de precio.
Pues ayer llegó el gran día, ¡casi íbamos más emocionadas mi amiga y yo que los peques! Jajaja Nos sentamos, empezó el espectáculo y los peques alucinaron. Se quedaron los dos con la boca abierta, sobre todo la mía, cuando vio a su querido Piki, como ella lo llama (Mickey), y a su Minie. La primera parte duro una hora e hicieron un pausa de 15 minutos. A nuestros peques ese pausa los mato y luego continuaron como 45 minutos más o menos. En la segunda parte ya se empezaron a poner pesados, y menos mal que solo salió la escena de Peter Pan y acabó.
Personalmente, para pasar un rato divertido el espectáculo está muy bien, los actores lo hacen muy bien, pero yo le veo un fallo: faltan muchas cosas por ver de Disney. Entiendo que, siendo para niños, no hay para más (los más peques se cansan enseguida) pero bueno, con esas me quedé. Hubiéramos preferido que, en vez de Lilo & Stich, por ejemplo, pusieran a Toy Story, ¡a M le encanta!
Aun así, las que estéis a tiempo de verlo en vuestras ciudades os recomiendo, con los ojos cerrados, que vayáis a verlo, merece la pena. Sobre todo por ver la cara de los peques cuando salen sus muñecos preferidos, es todo un poema, os lo aseguro.
Qué edad tiene tu hija? A mi también me da “cosa” llevar a la mayor a algunos sitios, pero luego siempre me sorprende. Eso sí, la pequeña no aguantaría el espectáculo ni dos minutos, es un “culo inquieto”, y aunque sea algo que le guste, me parece que no sería capaz de ver nada.
21 meses. Pues ojo!! Por terremotos que sean… ¡Con lo que menos te lo esperas se están quietos como nunca! Es cuestión de ir probando 😉