Este sábado abren las puertas de la piscina de la urbanización. Estamos deseándolo a pesar de que no está haciendo el calor de otros años.
Es una actividad que disfrutamos toda la familia y, siguiendo una serie de consejos, hacemos que el baño sea una experiencia gratificante y evitamos llevarnos algún que otro susto y poner en riesgo la salud de los pequeños.
Lo primero de todo la protección contra el sol. Nunca bajamos a la piscina (o vamos a la playa) sin que les haya puesto su crema solar. Y si pasamos mucho tiempo en el agua o al sol voy reponiéndola para evitar la desprotección. Además de llevar la gorra puesta para que el sol no pegue de lleno sobre sus cabezas.
También, antes de bajar, comentamos qué es lo que se puede o no hacer en la piscina, ponemos una serie de normas que hay que cumplir en la piscina para evitar tener algún accidente. No hay que pensar que son demasiado pequeños para entenderlas, lo que debemos hacer es explicarlas adecuándolas a su edad.
No vamos a ella en las horas centrales del día, que es cuando más pega el sol. Solemos hacer dos baños diarios, uno por la mañana entre las 10:30 hasta las 12 horas y otro por la tarde desde las 17 hasta las 20 horas más o menos… vamos, que nos damos un buen remojón 😉
Antes de entrar al agua siempre nos duchamos y nos vamos mojando poco a poco para evitar un cambio brusco de temperatura.
En su primer año de piscina usamos un flotador con el que ser recorrían toda la piscina. Daba gusto verles y al siguiente año ya pasamos a los manguitos. No me gustaban mucho hasta que descubrí unos que no se hinchan por lo que el problema de los pinchazos dejaba de serlo y me daba más seguridad.
Pero no creáis que por llevarlos puestos me desentiendo, no, siempre estoy pendiente de ellos porque, como todo en esta vida, pueden fallar y la piscina es un lugar muy divertido pero también puede ser peligroso (sólo hay que ver las noticias que salen todos los veranos). La vigilancia continua es la mejor medida de seguridad para que nuestros hijos disfruten de un baño agradable.
Los juguetes que bajamos son seguros (cumplen con la normativa de la Comunidad Europea) y nunca bajamos ni colchonetas ni pelotas, que en nuestra piscina están prohibidas. Y por supuesto, las carreras y “ahogadillas” no están entre nuestros juegos para la hora del baño, los resbalones al borde de la piscina pueden acabar de un modo poco deseado.
Y siguiendo estos consejos ya sólo nos queda enfundarnos en nuestros bañadores, ponernos nuestras chanclas preparar la comida y bajar a disfrutar de una nueva temporada en la piscina de la urbanización. 😛
Envidia mode on!! Yo no tengo piscina y la pública me da un poco de asquillo y está saturada siempre… A disfrutar con cuidado
con mucho cuidado 😉 feliz día
¡Yo también estoy ya como los niños, deseando que llegue la temporada de piscina!
el mío mayor lleva como 15 días queriendo bañarse ya y eso que lleva todo el invierno en natación para que aprenda un poco… y lo más gracioso… ¡¡¡no le gusta el agua!!! pero este finde la estrenaremos… faltaría más 😉 feliz día
Al agua patos!! No se llena la piscina de las urbanizaciones enseguida? o me lo parece a mí?
no se… la nuestra es muy grande y salvo los domingos por la mañana suele estar bastante tranquila 😉
Es hermoso ver a nuestros hijos disfrutar del agua, pero también sentimos temor por el peligro, creo que las piscinas son lo mejor del verano.