El segundo jueves de Pascua (o sea, mañana) se celebra en Alicante la Romería de la Santa Faz, una romería popular llamada también la Peregrina. La tradición manda ir a pie al Monasterio donde se encuentra la Reliquia que no es otra que el lienzo con el que Verónica secó el rostro de Jesús camino del calvario. Comienza en la Concatedral de San Nicolás y los romeros van ataviados con un blusón negro y llevan cañas con un romero en el extremo.
Si una quiere sumergirse de lleno en la fiesta debe estar a las 7 de la mañana para recoger una de las 10.000 cañas que se van a repartir en la Concatedral y en el Ayuntamiento. A las 8 de la mañana se dará la salida y… ¡¡¡a andar!!!
Hacia la mitad del recorrido se hace una Paraeta donde se puede tomar rollitos de anís con mistela, muy típico de Alicante y obsequio de la organización. Además, muy animada la parada con música y un locutor muy metido en su papel (los vecinos de la zona seguro que no le tienen mucho cariño porque es incansable y la música comienza a sonar desde bien tempranito).
A la llegada al Monasterio se puede entrar a ver la Reliquia (normalmente misión imposible si no vas muy pronto dada la cantidad de gente que se acerca al lugar) o esperar a la Santa Misa que se celebra cuando llega la comitiva oficial.
Una vez finalizada la misa hay que aprovechar a pasear entre los puestos de la feria de artesanía que hay por toda la población, comer y reponer fuerzas para la vuelta a casa.
Este sería el plan más o menos oficial para ese día. El nuestro varía un poco porque los niños son aún pequeños. Normalmente empezamos el recorrido en la zona de la Paraeta (no me tomo ni los rollitos ni la mistela porque no me gustan) así aguantan la caminata. Llegamos a la Santa Faz y pasamos directamente al mercadillo de artesanía. Como mis hijos madrugan mucho llegamos muy temprano así que compramos unos churros para desayunar y nos volvemos a casa, ya que el papi se ha quedado trabajando y también tiene derecho a probarlos. Lo bueno viene por la tarde. Cuando todo el mundo está en el pueblo disfrutando de la fiesta, cogemos las bicicletas o los patines y volvemos a hacer el recorrido sin agobios. Los niños lo pasan en grande y les llama mucho la atención poder ir tranquilamente por la carretera sin coches.
Y así más o menos pasamos el día de la Santa Faz. Eso sí, sin olvidarnos de seguir una serie de normas para que no se nos estropee el día.
– Nos ponemos ropa y calzado cómodos. Nada de estrenar modelito y mucho menos zapatillas nuevas
– Descansamos tantas veces como haga falta, no hay prisa por llegar, queda todo el día por delante, y también bebemos mucha agua, no es cuestión de deshidratarse
– Antes de salir, crema solar por todas las partes que van a estar expuestas al sol (todavía no he vivido un día de la Santa Faz en el que no haya hecho calor), gorra y gafas de sol
– Recordar a los peques las normas para el recorrido. No alejarse mucho, ir de la mano cuando haya mucha gente y si se pierden buscar a un policía y darle el papel que llevan en el bolsillo con mi número de teléfono y nombre (más vale prevenir que lamentar)
– Y la cartera y el móvil bien guardaditos que los “malos” aprovechan cuando hay mucha gente para hacer de las suyas
Si queréis saber más podéis pasaros por la web de Alicante City & Experience.