Estos días el cuerpo se nos ha vuelto a revelar y hemos tenido que pisar varias consultas médicas, pero, por suerte, nos dio tregua este fin de semana y pudimos disfrutar de la Feria de la Ascensión y el Mercau Astur, en Oviedo. La Feria es todo un homenaje a las mujeres y hombres del campo, pero también, y este año aún más, una visita obligada con los niños por todo lo que ofrece.
Todos los años, en primavera y por estas fechas, el centro de Oviedo se transforma en un antiguo mercado de la Asturias más preindustrial, con más de 100 puestos y cientos de actividades para niños. Pasacalles, cuentacuetos, carruseles (¡preciosos!) y norias a pedales, músicos, animales de granja, paseos a burro, talleres infantiles gratuitos sobre oficios, juegos tradicionales… ¡Os podéis imaginar cómo se lo pasó mi pequeña!
Y los papás, mientras ellos se divierten, ¡también disfrutamos!, tanto de la artesanía como de la gastronomía que presentan en cada uno de los puestos. Los de comida, además, desprenden un sabor de antaño y típicamente asturiano: casadielles, bollos preñaos, empanadas, dulces y los famosos tortos de picadillo con cabrales (también son famosas las colas que se montan en torno a ellos) , son los que año tras año llaman más la atención. ¡Me entra el hambre solo de hablar de ellos!
En definitiva, toda una excusa para visitar la capital asturiana por estas fechas, sobre todo en familia.
¡Merece la pena!
Tiene muy buena pinta, me ha encantado el tiovivo, jijiji. Me chiflan.
¡¡Me encantó tb!! me recordó a mi infancia!!!
Nosotros también estuvimos!!! Fue de casualidad porque no pensábamos ir a Oviedo pero al final surgió!
En el post de hoy he publicado también un par de fotos, qué casualidad!!
Ohh, que pena no haberlo sabido!!! podíamos habernos visto!!!