En plena recta final hacia los 5 añitos, tengo a mi pequeña loquita con el universo Pinypon. ¡Dónde quedaron ya Peppa Pig, la Doctora Juguetes ó la Patrulla Canina, que antes le encantaban! Ahora, Peter Pan, las películas de Princesas Disney y las Pinypon ocupan tooodas sus horas de juego.
Tendríais que vernos el día que descubrimos su pasión por las Pinypon, sin sospecha alguna al respecto y en un momento de lo más inoportuno. Los Reyes Magos ya habían encargado todos los regalos de las navidades, Reyes ya estaba a la vuelta de la esquina y las tiendas bajo mínimos. En un momento de aburrimiento, ella se acordó de lo que echaba de menos a sus amigas del cole, de los juegos en el recreo… ¡y de que ella no tenía ninguna Pinypon para jugar con ellas, que sí tenían!
– ¡¡¡Mamá el regalo que más más quiero para reyes es el “universo acuático de las Pinypon”!!!
“¡Pues hija, si no se lo pediste a los Reyes por carta, nanai!” ” Ayyyy, pero si es lo que más ilusión le va a hacer…” “Para su cumple” “Pero, conociéndola, así no va a disfrutar de los demás regalos…”
Nada, que al final nos fuimos de tienda en tienda y, casualidad, el “reino acuático” (igual que todo lo referente a Patrulla Canina) estaba agotado y sin posibilidad de pedirlo para que llegara a tiempo. Al final le cogimos lo único que había y empleé el Plan B: ponerle en las vacaciones la película “Enredados” y crear nuestro pequeño universo en casa en torno a Rapunzel, de la que iban a ser muchos de los regalos que se había pedido.
Llegó Papá Noel, abrió los regalos buscando sus Pinypon y se echó a llorar.
– ¡Mira qué regalos tan chulos te han traído! Las Pipypon, ¿¿no se las habrás pedido a los Reyes??
Despertó el día de Reyes y se fue directa a los regalos. Abrió el primero…
– ¡¡Pinypons!! ¡¡Mamáaaaaaa me trajeron Pipypons!!… (Lloros)… ¡Pero no es el reino acuático…! (más lloros)
Total, que el buen abuelo nos sorprendió con este pedazo de casita para las Pinypon que le habían traído los Reyes:
¡Le encanta! Ahora le preguntas si le gusta más este castillo o hubiera preferido el reino acuático y no lo duda, sonríe y sigue jugando.
Para hacerlo solo se necesita porexpan, un cepillo de alambre, un punzón y pintura al agua. Imprimiendo una imagen de una casita o castillo que nos guste y echándole tiempo e imaginación, ¡¡quedan cosas preciosas!!
Nosotras ya nos vamos a poner manos a la obra para hacer otro castillo aún con más detalle y, por supuesto, de color rosa para sus princesas. ¡Os enseñaremos el resultado final!
Me parece alucinante!! Y oye, que drama lo del reino acuático, pero vaya, que fijo que cualquier día lo encontráis en una tienda 😀 Aunque con este seguro que es SUPER FELIZ!!! El abuelo es un artistazo, me ha flipado
Al abuelo ahora mismo que te ha leído le has sacado una ¡¡pedazo de sonrisa!! 🙂
Muuakaasss!
Con abuelos así da gusto. Yo le hubiera puesto otros colores, pero vams, que no es cuestión de ponerse tiquismiquis con el regalo. Eso sí, tengo que buscar qué es el porexpán, porque no tengo ni idea.
¿Te das cuenta de las bandejas de pescado, blancas, que sacan bolitas si las rascas? Esooo, jijiji, ¡¡no pesa nada!!
Pues ahora vamos en busca del castillo rosa!!! Va a tener variedad de colores pa elegirle casa a sus pequeños habitantes!! jajaja
Se la hizo su abuelo??? jo, que pasada, que suerte tiene con ese abuelo. Ya verás como esa casita la va a guardar como un tesoro toda su vida 😉
¡¡Estoy segura!! A mí me toca ayudarla en la tarea, ¡para que dure muuucho! 🙂
Qué chulada!!! No me extraña que tu niña esté como loca de contenta 🙂
Feliz día!
¡¡Gracias!! Muuaks!!
¡¡Feliz día!! ¡A por febrero!