En un par de semanas mi pequeña cumplirá 5 años. Parece un tópico pero… ¡el tiempo ha pasado volando! Ha crecido muy rápido, bueno los dos han crecido demasiado rápido, y me he dado cuenta que no estoy preparada para ello.
Para ser madre sí que me sentí preparada. Mi marido siempre tuvo claro que quería ser padre pero yo no estaba muy convencida. Me gustaban mucho los niños y podía pasarme las horas cuidando de ellos y jugando pero… luego cada uno a su casa con sus padres. Un ratito estaba bien pero para toda la vida… ¡¡no entraba en mis planes!!
Pero un día sentí que me faltaba algo, nació en mi el deseo de ser madre y nos pusimos manos a la obra. No tuvimos que esperar mucho para saber que mi mayor estaba en camino (algún día os contaré cómo fue la historia porque tiene miga). Mejor, estaba más que preparada para dar un giro a mi vida, para cambiar mis prioridades.
Para todo lo que vino después del nacimiento de mi chico estaba lista. Noches de insomnio, cambio de pañales, cambios de horarios y rutinas, salida de dientes, visitas al pediatra, sustos varios,… para todo estaba preparada menos para una cosa… ¡¡para que crecieran!!
Quiero a mis bebés, quiero a mis niños pequeños, quiero detener el tiempo y que no crezcan más.
Claro que ahora hay más ventajas. Son más independientes y para las cosas del día a día apenas necesitan nuestra ayuda. Se visten solos, comen solos, van al baño solos. Se lavan los dientes, se peinan (bueno el mayor que la pequeña aún me necesita) y preparan sus cosas para ir al colegio sin necesidad nuestra. Su padre y yo ya no vamos tan estresados pero… ¡¡¡se echa tanto de menos!!!
Y se que no estoy preparada para que crezcan porque cada vez que me doy cuenta de la edad que tienen me da taquicardia, vértigo y me apetece meterles en una cajita para detener el tiempo y se queden así.
La primera vez que tuve la sensación de que el tiempo estaba pasando muy rápido fue a principios de año, cuando mi mayor estaba a punto de cumplir 7 años. Hablando con una vecina de la fiesta de cumpleaños me di cuenta de que ya no era un niño pequeño, que ya estaba en primaria y que apenas me había dado cuenta de lo mucho que había cambiado. Luego, viendo sus primeros videos deseé que siguiera así, siendo mi bebé, aunque no me dejara dormir. Se me pasó pero… ha vuelto la angustia y la pena porque hayan crecido tan rápido.
La cercanía del quinto cumpleaños de mi pequeña me ha hecho ver que ya no tengo bebés y que ya no volveré a tener ninguno. Que se cerró esa etapa de teta, pañales, bracitos (rabietas y malas noches también) y, lo más importante, ¡¡que no estoy preparada para ello!! aunque ellos sí que es en realidad lo importante 😛
¿Alguien que se sienta como yo? ¿Soy la única a la que le pasa?
Sé que me arrepentiré de mis palabras, pero en las peores noches de mi bichilla, cuando no nos deja dormir si no es paseándola en brazos durante horas, me gustaría saltar en el tiempo hasta esta fase que tú estás viviendo, con el tema de la crianza dominado y con esas comodidades… Pero luego sé que echaría de menos esta fase de bebé que está a un paso de ser solo niña. ¡Me aguantaré el sueño otro poquito!
Sí, yo pequé de lo mismo y…. ohhhh sorpresa!!! se ha cumplido y no es lo que yo quería 😛
Te entiendo perfectamente porque me pasa exactamente lo mismo. La mía mayor es como el tuyo que cumplió siete en enero y el mío pequeño ya va camino de 6 y me da auténtico pánico. Cuando han crecido tanto? ¿Cómo es posible que haya pasado tan rápido?
Sí, es esa sensación de que alguien está adelantando las agujas del reloj sin enterarnos porque está volando el tiempo!!!!!!!!!!!!!!