Querido hijo, mi cielo:
Hoy celebramos ocho años juntos. Ocho años desde que nos miramos a los ojos por primera vez. Ocho años en los que la vida de los dos cambió y mucho. Ocho años que no los cambiaría por nada en el mundo y, espero, que tú tampoco.
Los comienzos no fueron los mejores. Llegaste al mundo antes de que estuvieras preparado. Tuvieron que adelantarlo y tú no tenías ganas de hacerlo. Al final, tuvieron que hacerse paso hasta ti y muestra de ello es la cicatriz que llevo. Esa marca que tantas veces me pides ver, a la vez que te cuento su historia. Siempre quiero hacerte ver que no me hiciste daño, que no fue culpa tuya, que fueron las circunstancias las que nos llevaron a ello, porque en tus ojos veo la tristeza por la cicatriz que tengo. ¡¡¡NO!!!, es la marca que con más orgullo llevo porque gracias a ella estás aquí. ¡¡Y ya son ocho años!!
Hemos vivido muchas cosas juntos. Tus primeros pasos, tus primeros dientes, tus primeros días en infantil y primaria. Graduaciones, visitas del Ratoncito Pérez, primeras noches a dormir a casa de un amigo,… Momentos buenos que atesoramos y recordamos escondidos bajo una manta. Te parece que ya lo has vivido todo, sientes que ya eres mayor para volar solo, pero… ¡¡nos queda tanto por delante!! ¡¡Tantas primeras veces por vivir!! Sólo espero que quieras seguir compartiéndolo conmigo, que aunque vuelvan las malas rachas, estemos juntos para superarlas y seguir creciendo, como personas, como familia.
Mi cielo, no ha habido ni un segundo de mi vida en que haya dejado de quererte y se que seguirá siendo siempre, aunque muchas veces lo pongas en duda. Tú me has hecho ser mejor, fuiste el comienzo de mi nueva vida y espero (deseo) que estés al final.
¡¡Muchísimas felicidades!!
Te quiere
Mamá
Preciosa la carta Maite!!. Ander tiene que estar orgulloso de tener una mama como tú. Que lo paseis fenomenal en el cumple
Muchas felicidades! Qué ternura da leerte!