Como reza el título, he dejado las compresas y tampones aparcados y me he pasado a la copa menstrual. Dos años de indecisión y muchos temores he dejado atrás y me arrepiento de haber tardado tanto. Y reconozco que, si no hubiera sido por Sileu que me han dado la oportunidad de probarla no se cuánto más hubiera tardado en dar el paso 😉
¿Qué es una copa menstrual?
Supongo que algunas os lo estaréis preguntando y si ya lo sabéis… pasar al siguiente punto 😉
Como su nombre indica, una copa menstrual es un recipiente fabricado en silicona quirúrgica que se introduce en el interior de la vagina durante la menstruación (como los tampones) para recoger el flujo menstrual en su interior.
¿Qué es lo que hacía que no probara la copa menstrual?
El precio. Sí, vale, no es tan cara y se amortiza en dos meses pero… ¿y si resulta que no me gustaba? ¿y si no era capaz de ponérmela? ¿y si no era como había escuchado? ¿y si…? Tenía miedo de hacer la inversión y luego dejarla aparcada en un cajón y… mi yo ahorrador no me lo iba a perdonar. Eso sí, desde que empecé a mirar por primera vez la copa menstrual hasta ahora las cosas han cambiado y ya hay más variedad de precios. Sin ir más lejos, en Sileu las podéis encontrar por menos de 20 euros (ahora están en promoción y están por menos de 15)
Mi experiencia con la copa menstrual Sileu
De los seis modelos que tiene Sileu a la venta escogí el modelo Soft, por su flexibilidad y porque había de mi talla.
¿Talla? Sí, hay dos tallas. La S, para mujeres que no han tenido hijos y/o están por debajo de los 25 años, y la L, para las que ya han tenido hijos y/o están por encima de los 25. Lógicamente elegí la segunda talla 😛
Primero esterilicé la copa en agua hirviendo antes de usarla siguiendo las instrucciones del fabricante.
Llegó el momento que más miedo me daba (bueno, uno de los dos), ponerme la copa. Para ello busqué un momento en que pudiera estar relajada (importantísimo estarlo para que sea más fácil), luego busqué una posición cómoda (si usas tampones es la misma así que camino ganado) y… seguí las instrucciones.
¿Fue fácil? Sinceramente, para mí fue facilísimo. A lo mejor es porque llevo años de experiencia con los tampones pero no me costó nada colocarla. A la primera.
¿Estaba tranquila con ella puesta? No, estuve comprobando cada poco tiempo que no hubiera ningún escape porque me parecía imposible que hubiera sido tan sencillo. NO LOS HUBO. Ya pude tranquilizarme.
¿Notaba algo? Nada de nada. Era como si no llevara nada en mi interior 😛
Estuve dos horas con la copa y ningún problema. Tocaba mi segundo momento crítico. Quitármela para vaciarla. Quería hacerlo en casa la primera vez así que no esperé mucho. Otra vez busqué un momento relajado y me dispuse a probar. Había escuchado que a veces era complicado sacarla y estaba preparada para que a mí también me sucediera (una que tiene su vena negativa a flor de piel 😛 )
Mientras empujaba con mis músculos internos tiré suavemente del apéndice de la copa menstrual y… poff, se rompió el vacío y salió suavemente. Eso sí, tuve cuidado de no sacarla muy volcada para que no se derramara nada. Vacié el contenido en el inodoro y la lavé con agua tibia y jabón neutro. Lista para volver a usarla. Y sí, fue tan fácil de poner como la primera vez, no había sido casualidad 😛
Ahora bien, ¿es todo tan de color de rosas como digo? Para mí sí. Con los tampones notaba picores en los últimos días de la regla y no me aguantaban casi nada en los días fuertes (la copa no la he llegado a llenar a pesar de las horas), así que tenía todas las ventajas de la comodidad de los tampones y me quité sus inconvenientes de encima.
Ventajas de la copa menstrual.
– Cómoda de llevar. Es flexible, por lo que se adapta a nuestro cuerpo y a nuestros movimientos. Además, podemos llevarla puesta hasta 12 horas sin tener que preocuparnos (todo dependerá de nuestra cantidad de flujo). Incluso podemos dormir con ella.
– Económica. Hay que hacer un desembolso un poco mayor que el de un paquete de compresas o tampones pero… enseguida se amortiza. Además, con un buen mantenimiento puede durarnos ¡¡¡hasta 10 años!!! Ufffff, me pongo a echar cuentas y sale muy pero que muy barata.
– Se reducen las infecciones ya que no reseca (porque no absorbe sino que recoge el flujo menstrual) ni se quedan restos en su interior, además evitamos con su uso la aparición del Síndrome del shock tóxico asociado a los tampones.
– Cuida el medio ambiente porque no generamos desechos al utilizarla y oye, hay que concienciarse con su cuidado porque nos lo estamos cargando poco a poco. Por lo menos yo ya genero menos residuos al mes.
– A cualquier hora y en cualquier momento. ¿Estás pendiente de recibir la visita de la regla? No pasa nada, puedes usar la copa menstrual sin tenerla y evitar llevarte algún disgusto en el momento menos indicado.
– Tienen más capacidad de retención que los tampones, la copa Sileu hasta 3 veces más (un máximo de 28ml).
– Hipoalergénica, muy importante para las que padecemos muchas alergias o somos susceptibles de padecerlas.
Inconvenientes de la copa menstrual.
Sí, también tiene sus inconvenientes:
– Necesitas tener un lavabo cerca cuando vayas a vaciarla para poder lavarla antes de un nuevo uso. En casa no hay problema pero… no todos los baños públicos (del trabajo, bares, restaurantes, cines, grandes superficies,…) tienen cerca los lavabos y no es cuestión de vaciarlo delante de toda la gente 😉
– Hay que esterilizarla siempre antes del primer uso así que… si no eres muy regular te puede sorprender la regla sin tener tu copa menstrual esterilizada y no siempre en el momento más adecuado para pararte a hacerlo.
– Puede ser complicada usarla al principio sobre todo si no se tiene previa práctica con los tampones. Reconozco que es verla y pensar donde debe entrar y… genera ansiedad y no es lo mejor para estar relajada.
– Si no se coloca bien a la primera es muy pero que muy incómoda. El apéndice que tiene se clava de una manera que llega a doler.
Y hasta aquí mi experiencia con la copa menstrual Sileu. Como veis la recomiendo 100% por muchos motivos pero… si aún os queda alguna duda y necesitáis más razones para dar el paso os dejo el enlace a un artículo que me ayudó mucho.
La verdad es que las compresas son un engorro, es una evolución de la higiene femenina ¿no?
Sí, aunque lleva mucho tiempo en uso lo que pasa es que hasta ahora no nos habíamos fijado en ella