Seguro que en vuestro interior alguna vez habéis imaginado (deseado, pensado… “yo quiero que…”) qué van a ser vuestros hijos de mayores. Y seguro que van a ser destacados personajes del futuro porque… ¿para qué aspirar a menos?
Que si presidenta del gobierno, medallista olímpico, actor famoso, doctora que descubre la curación para la última enfermedad que nos preocupa… arquitectos, abogados… lo que sea pero que no les haga pasar agobios ni penurias para vivir.
Yo no soy menos y en el futuro de mis hijos veo a una gran bailarina de ballet y al futuro campeón de España de los 200 metros. O a una jefa de policía y un programador de videojuegos 😛
Pero, con todo lo vivido y visto estos días… quiero que mis hijos de mayores sean…
Adultos con empatía
Que sepan ponerse en el lugar de los demás y no hacerles daño gratuitamente. Que sigan recordando mi consejo de “no hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti”.
Honestos. Con la verdad siempre por delante
Siempre les he enseñado que las mentiras tienen una vida muy corta y que no merece la pena engañar a nadie por nada del mundo. Con la verdad siempre se llega más lejos y… con la conciencia más tranquila.
Felices.
Que nunca dejen de hacer lo que les haga felices por el simple hecho del qué dirán. A los ojos de los demás nunca seremos perfectos y es muy duro intentar serlo por lo que… mejor felices que perfectos.
Tolerantes.
Algo que empieza a faltar en nuestra sociedad. Un poco más de tolerancia hacia las diferencias de las personas y sus diferentes formas de pensar. Nadie es perfecto (ni yo misma 😛 )
Pacientes
Que no se desesperen por conseguir todo rápido y sepan que lo bueno se hace esperar. Los atajos pocas veces son la mejor forma de conseguir llegar bien a nuestros objetivos.
Generosos
Para mí es muy importante que entiendan que acumular riquezas y cosas materiales no da la felicidad y que compartir con los demás aporta más satisfacciones. Y no sólo referente a lo material, también al tiempo y capacidades.
En resumen, quiero que mis hijos tengan corazón y sean felices cuando sean mayores… como todos, ¿no? 😉