Ya os vengo contando desde hace algo más de un año que mi mayor está yendo a rehabilitación por un problema de flexibilidad. Como vamos cada 6 meses a que vean la evolución, no hace mucho que ha sido la segunda revisión ¿Cómo nos ha ido? ¿Quedará menos para la curación? ¿Se habrá complicado la cosa? Tranquilas que ahora mismo os lo cuento.
En la consulta de rehabilitación para la segunda revisión.
Llegamos a nuestra hora, que no nos gusta hacer esperar a nadie. Eso sí, a nosotros nos tocó esperar un poco 😛 Suele pasar y no nos importa. Siempre tenemos planes alternativos a la espera. Uno de ellos es ponernos a hacer tonterías con las máscaras de los stories de Instagram 😉
Primera parte de la consulta. La historia
Una vez dentro de la consulta empezó la doctora con la batería de preguntas a mi hijo sobre cómo habían ido los seis meses pasados. Parece mentira, pero con lo charrador que es mi mayor se vuelve medio mudo delante de los doctores/as y cuesta sacarle las palabras. Además, que lo hace muy bajito por lo que termino estando de interprete.
Le contamos a la doctora que seguía yendo a atletismo, que también había empezado con clases de ballet y que el 80% de los días hacía sus estiramientos.
Mi hijo estaba convencido de que sus “esfuerzos” iban a tener recompensa pero yo estaba bastante escéptica con el resultado.
Segunda parte de la consulta. La revisión
Después de anotarlo todo pasó a ver cómo se encontraba mi mayor físicamente. Le miró la espalda y las piernas. Luego le hizo caminar para ver si apoyaba los talones y, finalmente, le hizo la prueba que más temía mi hijo de esta segunda revisión… ¡¡¡intentar tocar los pies con los dedos de las manos sin doblar las rodillas!!!
Hizo todo lo que pudo para bajar lo máximo posible y acercarse a los pies. A simple vista parecía que algo había conseguido. La doctora midió la distancia para comparar con la de seis meses atrás y nos sentamos a hablar.
Tercera parte de la consulta. Los resultados
Mira que entramos positivos a la segunda revisión. Mi mayor más que yo pero tenía la esperanza de que yo fuera demasiado exigente y que por ello no estaba viendo avances. Por desgracia no me equivoqué.
A la hora de caminar sí que había habido mucha mejoría. La gran mayoría del tiempo camina apoyando los talones y ya, raras veces tengo que llamarle la atención para que no camine de puntillas. Eso le gustó a la doctora y le animó a que siguiera así.
La flexibilidad es otro cantar. En la medición estaba igual que hace seis meses. No ha mejorado ni un triste milímetro 🙁 Nos quedamos bastante hechos polvo mi mayor y yo. Él porque se esperaba el alta y yo porque, si bien sabía que no había habido una gran mejora, esperaba que hubiera mejorado un poquito. Con un par de centímetros me habría conformado pero… NO, ni un milímetro 🙁
Cuarta parte de la consulta. Recomendaciones
Reconozco que la doctora me sorprendió y debía de tener menos esperanzas que nosotros en esta segunda revisión porque no se alarmó ni nos echó un sermón de los que hacen época. Simplemente valoramos lo que habíamos hecho hasta entonces y nos animó a probar otras cosas para ver si mejoraba.
También, llegamos a la conclusión de que si mi hijo no pone todo de su parte. No se esfuerza realmente y así poco más podemos hacer nosotras. Porque claro, en cuanto nota un poquito de dolor deja de hacerlo y no fuerza por lo que es como si tuviera tos y se rascase las narices.
En fin, que debemos valorar qué hacer a la vuelta de vacaciones. Queremos que vaya a yoga, ya que baile seguramente no pueda seguir y estamos barajando la posibilidad de llevarle a un fisioterapeuta para que le guie.
Bueno el yoga para temas de flexibilidad va muy bien, además noe s un deporte de impacto y compensará el atletismo,
Ten en cuenta que depende de lo que haga en atletismo hay músculos que se acortan, cuadriceps, isquios…y por eso hay que compensar con estiramientos (yo hago pilates).
Ya verás que poco a poco mejora.
besos!
Muchas gracias. Cruzo los dedos para que sea así 😛
Animo!! Espero que en la proxima haya mejores progresos y que el yoga ayude
Eso espero, que en diciembre haya mejorado la cosa 😉
Vaya guapa, nunca había escuchado hablar sobre problemas de este tipo, pero te mando muchos animos y ya verás que pronto mejora. La cosa está en encontrar algo que le motive y eso le ayude a dar un poco más cada día. Yo practico yoga desde hace muchos años, y la verdad es que para la flexibilidad es de lo mejor, y a los niños les viene super bien en temas de actitud. En el colegio en el que está la hija de un amigo, lo practican 2 veces a la semana y dice que nota muchísimo que esos días llega con un estado de animo más relajado. En internet hay “cuentos” para niños donde ellos tienen que representar las formas que el cuento relata (por ejemplo “el arbol”, “la montaña”, “el guerrero” o “la cobra”, y así se les hace más divertido.
Gracias por la recomendación. Es verdad que algo había oído de los cuentos. Lo buscaré para a ver si le gusta más así y pone más ganas
Nosotros pasamos igual los tiempos de espera!! he leído el post bastante rápido para llegar a los resultados y oye, ni un mm? Menos mal que en el caminar va mejor!! Pero tu hijo se ha estado esforzando que haga los estiramientos el 80% de los días lo veo un logro. En fin, supongo que poco a poco y que aprenda a forzar un poquito más! Muchos ánimos
Esa debe ser la clave, aprender a forzar un poquito más cuando haga los ejercicios. En diciembre comprobaremos si al menos hemos mejorado un par de centímetros 😛
Vaya, que rabia da tener esa desmotivación. Oye, yo hago yoga desde hace 3 años con el peque y genial eh. A su ritmo claro, a él no le pido que haga lo que yo, pero va haciendo lo que puede (y quiere) y se nota un montón en todos los aspectos.
Esperemos que le guste el yoga porque ya no se qué hacer para motivarle y que tenga ganas de esforzarse 🙁