Quisimos dar por finalizadas nuestras vacaciones con una escapada en familia a Cuenca. Era una ciudad que me apetecía conocer y decidimos que allí pasaríamos un fin de semana. Reconozco que nos sorprendió mucho y para bien. La ciudad y sus gentes han conseguido que queramos repetir pronto. ¡¡Nos quedó mucho por ver!!.
Llegar hasta la ciudad no fue un camino de rosas y es que no hay autovía hasta allí. Pero los paisajes hasta llegar eran una realmente bonitos. Apetecía pararse a sacar fotos cada poco kilómetros. Merece la pena que sean carreteras secundarias (que no significan que estén en mal estado), porque le dan más encanto a Cuenca.
Nuestra visita a Cuenca.
Los planes que teníamos era hacer una visita de reconocimiento el viernes por la tarde-noche. Visitar a fondo la parte histórica de Cuenca el sábado. Para finalizar el fin de semana, el domingo iríamos a la Ciudad Encantada. Luego volveríamos a Alicante desde allí.
Menos el domingo, cumplimos todos los propósitos que nos pusimos. El viernes ya pudimos admirar la catedral al atardecer y callejear mientras buscábamos dónde cenar. Para ello, elegimos la terraza de un restaurante situado en las ruinas de San Pantaleón. Cenamos a las mil maravillas (y a muy buen precio) y en la compañía de Federico Muelas. 😛
El sábado por la mañana nos apuntamos a una ruta guiada para conocer todo lo importante de Cuenca. Vimos que había dos empresas encargadas de ello y elegimos Cuenca viajes (podéis informaros aquí sobre ellos) ¿por qué? porque fue al primer guía que vimos, nos gustó, y… ¡¡¡no nos arrepentimos de ello!!!
También nos planteamos dar una vuelta en el tren turístico que pasaba cada poco tiempo y nos apuntamos para ver la visita teatralizada nocturna con la misma empresa.
Para el domingo, habíamos reservado un día en la naturaleza visitando la Ciudad Encantada antes de volvernos.
Visita guiada diurna a la ciudad de Cuenca.
Diego fue nuestro guía y era un placer escucharle. Nos enseñó con mucho orgullo la ciudad y nos contó un montón de anécdotas. Es lo bueno de ir con un guía, que aprendes algo más de lo que ponen en las guías de viajes.
Comenzamos la visita bajo los Arcos del Ayuntamiento y terminamos visitando la Catedral. Entre medias vimos los rascacielos de Cuenca (creo que fue de lo que más me maravilló)e incluso, entramos dentro de uno de ellos. Supimos por qué llamaban a las monjas del Convento de la Merced o de las Esclava, Las Blancas (impresiona verlas mientras están orando). Conocimos la historia del asedio y reconquista de Cuenca por Alfonso VIII y disfrutamos de las vistas que hay de las dos hoces que enmarcan a la ciudad. Bueno, también estuvimos en las Casas Colgadas (of course) y admiramos el puente de San Pablo, que atraviesa la Hoz del Huécar. Un puente con mucha historia y de los más modernos de la época (entiéndase, de la época en que se reconstruyó 😉 )
La Catedral.
Por una pequeña cantidad adicional al precio de la visita guiada diurna, pudimos visitar la Catedral de Cuenca por dentro. Nos dejó boquiabiertos porque desde fuera no aparenta lo grande y bonita que es por dentro.
Unas vidrieras modernas entre tanta historia parece que desentonan pero no, le dan un toque aún más especial y los techos de algunas de las capillas son sencillamente espectaculares. Un punto interesante de la visita es que se puede ver cómo quedó la catedral original cuando se derrumbó el campanario y ver los planos de cómo iba a ser porque… no está terminada (según Diego, están esperando a que terminen la Sagrada Familia primero y luego ya lo harán ellos 😛 )
El tren turístico de Cuenca.
La parte vieja de Cuenca se encuentra en lo alto de una colina. En lo alto, alto. Con una pendiente… ¡¡¡pedazo de cuesta que tiene Cuenca!!! Realmente había que pensárselo dos veces antes de ir a algún sitio porque costaba subir la cuesta y encima hacía bastante calor. Si a eso, le unís que habíamos estado toda la mañana caminando durante la visita diurna (2 horas más o menos), coger el tren turístico era una de las mejores ideas para hacer después de comer. Nos habíamos puesto las botas comiendo (otra vez bien barato) y no había manera de subir esa cuesta (porque nos alojábamos en una de las zonas más altas de la ciudad) sin morir en el intento. Lógicamente, los niños encantados con la vuelta en el trenecito 😛
Durante el viaje es cuando descubrimos Cuenca de abajo pasando por las calles al otro lado del río Huécar, que hacía de frontera entre una parte y otra de la ciudad.
Como la visita en el tren turístico se hace con audioguia, conocimos la historia de la calle de los Tintes, del parque de San Julián y otras curiosidades sobre Cuenca. También, admiramos las Casas Colgadas desde otra perspectiva.
De vuelta, nos bajamos en el barrio del Castillo para bajar hacia nuestro alojamiento (así nos libramos de la cuesta por lo menos una vez 😉 ) y admiramos desde allí, el punto más alto, las vistas de la ciudad de Cuenca.
Visita guiada nocturna a Cuenca
Como ya os he dicho más arriba, reservamos para ver la visita teatralizada nocturna a Cuenca. Lamentablemente… no se hizo el grupo necesario para poder ir a verla y nos quedamos con las ganas (otra razón más para volver a Cuenca). Pero lo solucionamos apuntándonos a la visita nocturna que se hacía media hora después. Nuevamente con Cuenca viajes y, otra vez con Diego 😛
En esta segunda visita conocimos la parte más alta de Cuenca. Subimos por el lado que da a la Hoz del Huécar y bajamos por las calles que dan a la Hoz del Júcar. Conocimos más anécdotas y leyendas, entre ellas la de los Ojos de la Mora. ¿Queréis conocerla? Mejor que os la cuente Diego que lo hace mucho mejor que yo 😉
Esta segunda visita la hicimos más cómodos porque no apretaba el calor y la disfrutamos muchísimo. Hasta estuvimos a las puertas de la casa de José Luis Perales.
El domingo en Cuenca
Nuestro plan era ir a ver la Ciudad Encantada. Después de hablar con algunas personas, empezamos a cambiar de idea. Primero decidimos irnos a Los Callejones, similar a la Ciudad Encantada pero sin tener que pagar. Pero después de saber que en Cuenca estaba uno de los mejores museos de Paleontología de Europa… ¿cómo no íbamos a ir? Sin duda, fue la mejor elección que hicimos como pudisteis ver en este post sobre el museo.
Hasta aquí nuestra visita a la ciudad de Cuenca. Nos gustó tanto que tenemos ganas de repetir para ver las cosas que nos faltaron. Mis hijos están deseando ir al Museo de Ciencias y yo quiero entrar dentro de las Casas Colgadas y ver el museo que se encuentra dentro de ellas. E ir a Los Callejones y ver la visita teatralizada 😛 Sin duda repetiremos y nos alojaremos en el mismo lugar pero eso os lo cuento otro día 😉
TEngo muchas ganas de visitarla desde hace muchos años. Gracias por compartir tu experiencia. Tendré en cuenta lo del museo de paleontologia que no lo conocía.
Gracias,
Me alegra haberte ayudado y no dejes pasar mucho tiempo en ir a visitarla. Es muy bonita y merece la pena
Que visita tan chula a la ciudad de Cuenca, cierto es que con guía se aprenden muchas más cosas interesantes!bonitas fotos.
Gracias. A nosotros es que nos gusta acudir a profesionales, que para eso se preparan 😛
Nunca hemos ido, pero es que como solo salimos una vez al año y somos de interior…vamos buscando el mar desesperados. El año que fuimos a dinópolis nos quedamos sin mar y es como que nos faltaba algo.
Por eso yo huyo de los lugares costeros y siempre que viajamos nos vamos al interior 😉 porque tenemos la playa todo el año
Cuenca es una ciudad Preciosa!!! El casco antiguo es una absoluta belleza y tiene mucho encanto!! Nosotros hemos ido un par de veces. Hace años con amigos y hace un par de años de escapada papa de frutitos y yo y para cualquier plan es estupendo y sin duda también un buen destino para ir en familia ☺️
Sí, yo también creo que es un destino familiar perfecto 😛
Pues la verdad es que cuenca es uno de los lugares de españa que aun no conozco
Pues no tardes en ponerle solución a ello 😛
Joooooooooooooooooooooo, ahora tengo ganas de irrrrrrrrrrrrrr
Pues viene ahora un puente muy chulo… podéis aprovechar para ir a visitarla 😛