Por suerte tengo unos hijos que adoran la fruta y no les cuesta nada comerla. Para el mayor las fresas son su mayor golosina y se pirra por los zumos de naranja recién exprimidos. A la pequeña la piña y el melocotón son su perdición. Pero que les guste la fruta y se la quieran comer sí o sí no quiere decir que no les gusten las presentaciones divertidas y eso es lo que hemos estado haciendo este verano 😉 Un barco velero de plátano y melocotón, brochetas de sandía y kiwi, globos de ciruelas… Unas veces les sorprendía yo y otras las preparábamos juntos.Sigue leyendo…