Por suerte, tengo unos hijos fantásticos que comen de perlas y de todo (bueno, la niña con sus restricciones), pero el desayuno es la “lucha” diaria. Tienen un despertar lento y eso de levantarse y comer enseguida no va con ellos. Así que todos los días nos levantamos media horita antes para que se vayan despejando y así poder desayunar medianamente bien… vasito de leche, zumo natural y pan tostado o cereales o galletas. Pero hoy les he dado una sorpresa (también es sábado y no tenemos ninguna prisa ;)) y hemos desayunado… ¡¡¡CHURROS!!! con Nesquik (aún no me he atrevido a hacer chocolate a la taza para APLV) y se hanSigue leyendo...