“- Buenas, ¿hacia dónde van?- preguntó el caballo
– Nosotros nos dirigíamos tras una estrella brillante pero un fuerte viento inesperado nos hizo detenernos aquí – siguió explicando – y ¡¡¡nos ha tocado hasta dormir debajo de un gran cartón que encontramos porque si no nos tapaba la arena!!!
Bobo y Alfredo se miraron sorprendidos y querían contarle sus historias pero es que el caballo no dejaba de hablar y hablar y hablar…”
– Mamá yo le hubiera dicho a ese caballo parlanchín que se callara de una vez que yo también tenía una historia que contar – dijo uno de los niños.
– Cariño, ¿no sería mejor ser un poco más amable y pedírselo con buenos modos o dejarle terminar de hablar?, a mí no me gustaría que me hablaran de mala manera y seguro que a ti tampoco. – le dijo su madre cariñosamente.
– Tienes razón mami, como siempre, eres muy lista- y le dio un beso
Esta es la cuarta parte de UN CUENTO. Pincha en los números para ver las otras tres partes I, II, III
Los buenos modales no hay que perderlos nunca, y hablar bien no cuesta nada… genial!
besitos
Genial relato, y más aún encadenarlo con los anteriores 🙂
Feliz día
El cuento va creciendo y creciendo, que bonito!
Bravo, bravo, enseñando valores en el propio cuento, estos caballos… Mira que les gusta hablar!! 😉