Desde ya os digo que ni Noe ni yo estamos esperando un nuevo retoño. Este post es para dar respuesta a algunas consultas que hemos recibido en nuestro correo últimamente. Como han sido varias las que nos habéis preguntado sobre qué señales tuvimos al principio del embarazo, que nos hicieron sospechar que pudiéramos estar embarazadas, pues hemos pensado que mejor un post y así contestamos a todas a la vez. Va a ser una vuelta al pasado (y de las grandes) porque más de 8 años de mi primer embarazo pero… os aseguro que me acuerdo como si acabara de vivirlo 😛
Con mi mayor fueron muchas las señales que anunciaban que estaba ya en camino pero… ¡¡no hice caso de ninguna!! bueno, más bien les di otra explicación y por eso nos sorprendió mucho ver las dos rayitas en el test de embarazo.
Señales de un embarazo no anunciado 😉
Antes de empezar a enumerarlas os aviso que estaba a un mes de casarme y eso influyó mucho para que lo último que pensaba era que estuviera embarazada.
- Tetas hinchadas. Muy hinchadas. Algo normal en mis días antes de la regla y que calculé que tendría que pasar para el día de la boda. En la última prueba del vestido estaban así y no me preocupó porque al mes siguiente volvería a pasar. Mi “asesora de imagen” (una vecina modista que sabía mucho de eso) me dijo que me colocara el vestido de otra forma diferente a la que me había estado aconsejando hasta ese día. Ahí debería de haber sospechado algo pero… Primer síntoma pechos hinchados.
- Sueño, mucho sueño. ¡¡Madre mía con qué facilidad me quedaba dormida!!. Me iba pronto a la cama, me echaba unas siestas de 2 horas sin inmutarme, en cuanto me sentaba se me cerraban los ojos y dejé de madrugar y eso que era de levantarme a poner las calles. Recuerdo un comentario de mi madre diciendo que le extrañaba lo tranquila que estaba a días de casarme que no perdonaba ni un minuto de siesta. ¿Era para haber sospechado? Sí, pero…
- Por supuesto, ausencia de la regla, algo bastante común en mí. Cualquier cambio o situación de estrés afecta a mis ciclos y la regularidad brilla por su ausencia. Hasta me esperaba que no apareciera la regla hasta días después de ser la boda así que, no hice mucho caso a una de las señales más evidentes de embarazo ¡¡soy de lo que no hay!! 😛 Por supuesto, ni días después, ni semanas, ni meses, la regla no vino 😉
- Cambio de gustos en lo referente a la comida. Aquí donde me tenéis, la mayor golosa del mundo mundial… era incapaz de probar cualquier cosa dulce. Ni la tarta de boda pude llevarme a la boca (con lo rica que estaba que la había escogido yo) porque me entraban unas ganas horrorosas de vomitar. Ni chocolate, ni colacao, ni nada. Me pirraba por las cosas muy saladas y… ¡¡por los pepinillos!! Era una necesidad imperiosa de comerlos. Otra cosa más que achaqué a los nervios de la boda y… a las resacas que tuve de las tres despedidas de soltera que me hicieron ¡¡OMG!!
- Cambio de la figura. Sí, sí, en poco más de 4 semanas mi cintura desapareció y todavía estoy buscándola 😛 No me di cuenta de ello hasta el mismo día en que me casaba que no había manera de cerrar la cremallera del vestido. Mi madre toda agobiada porque al final me habían dejado pequeño el vestido y diciendo que era imposible que en semana y media (lo que había pasado desde la última vez que me había probado el vestido) hubiera engordado tanto si no estaba comiendo en grandes cantidades. ¿Cómo íbamos a pensar que estaba embarazada? Claro, cuando a los 3 días llamaba a mi madre para decirle que el mayor ya estaba en camino se explicó el que casi tuviera que llevar el vestido abrochado con imperdibles, jajajaja
Seguro que hay más señales que nos hagan sospechar de que estamos embarazadas. Estas son las que yo viví con mis dos embarazos. Es más, en el segundo tuve una sensación rara que me hizo sospechar de que volvía a estar embarazada antes de tener el primer día de retraso, que mis amigas me miraban cómo si estuviera loca. No sabría explicaros esa sensación pero no me equivoqué y 10 días después se confirmó que lo estaba. Pero creo que fue porque ya no era primeriza.
Espero haber ayudado a resolver esas dudas que había por ahí, a mí me ha gustado mucho echar un poquito la mirada atrás y revivir esas primeras semanas de embarazo.
Y después estamos las rarunas como yo, que el sueño sí lo he tenido, pero el resto de síntomas ¡ni verlos entre el día de la preñez y el del parto!
Bueno, o mi hermana, que hasta tuvo la regla y tardó en enterarse que estaba embarazada porque ni engordaba ni nada 😉
Menos el cambio de gustos, creo que todos ésos síntomas los he tenido
jejejeje, tú eres de las mías 😉
Ni uno, pero nada de nada… El primer trimestre fue el mejor verano de mi vida porque no tuve bajadas de tensión, es lo único.