Una de las cosas que ha traído la cuarentena es que he aprendido a hacer pan. Sí, me he puesto a amasar y prácticamente lo comemos reciente todos los días sin salir de casa a por él. Y no es que necesitemos que el pan sea del día imperiosamente es que me entretiene hacerlo y hace que el tiempo pase más rápido. Además… ¡¡está buenísimo!! Así que he pensado compartir con vosotras cómo hago el pan casero a diario por si necesitáis ocupar vuestro tiempo y comer buen pan.
Receta de pan casero paso a paso
La receta que empecé a seguir es de la web PepeBar aunque hice algunos cambios para adaptarme a lo que yo tenía en casa.
Ingredientes:
- 500 gramos de harina de fuerza
- 300 ml de agua templada
- 10 gramos de levadura fresca
- 1 cucharadita de sal
Modo de hacer el pan casero:
Primer día de preparación:
En un recipiente pequeño ponemos la levadura fresca y la sal. Añadimos un poco del agua templada y disolvemos bien la levadura.
En un bol ponemos la harina de fuerza y hacemos un hoyo en el medio formando un volcán. Echamos la levadura con la sal diluidas en el agua en el medio y empezamos a mezclar con la harina. Con las manos porque con ellas sabremos cuándo la masa estará lista.
Vamos añadiendo agua a medida que nos haga falta sin parar de mezclar. Cuando toda la harina esté ya integrada en la masa y no se queda pegada a los dedos pasamos a amasar sobre una superficie lisa.
Toca la parte de dura del proceso porque hay que estar 10 minutos amasando con fuerza. Si se pega mucho la masa a la superficie se puede enharinar un poco (normalmente no hace falta salvo que nos hayamos pasado con el agua).
Una vez terminado el primer amasado hacemos una bola con la masa y la ponemos en un bol que previamente habremos engrasado con aceite. Taparemos el recipiente con un paño humedecido y dejaremos reposar la masa durante una hora en un ambiente cálido y sin corrientes.
Una vez transcurrido el tiempo veremos que nuestra masa ha crecido y que está más esponjosa. Llega el momento de quitarle el aire y para ello la pondremos otra vez sobre una superficie lisa y volveremos a amasar pero de una forma más suave.
Una vez terminado ponemos la masa en un recipiente que habremos enharinado y lo tapamos con papel film. Guardamos en la nevera la masa durante un mínimo de 12 horas hasta 24 horas.
Segundo día. Hacemos el pan casero:
Una vez pasado el tiempo estipulado, sacamos la masa del frigorífico y del bol y la dejamos sobre una superficie lisa. La cubrimos con un paño humedecido y esperamos una hora a que la masa esté a temperatura ambiente.
15 minutos antes de terminar el tiempo de espera encendemos el horno a 230º para que vaya calentándose. También preparamos la bandeja del horno poniendo un papel apto sobre ella.
Pasada la hora damos forma al pan manipulando lo menos posible la masa. En forma de hogaza o alargada tipo chapata o dos barras medianas,… lo que apetezca.
Ponemos sobre la bandeja del horno y antes de meter la masa de nuestro pan casero dentro hay que hacer unos cortes sobre ella. Horneamos durante 10 minutos a 230º
Una vez transcurridos los 10 minutos apagamos el horno pero no abrimos la puerta dejando pasar 10 minutos con el pan dentro.
Bajamos la temperatura a 200º y terminamos de hacer el pan casero horneándolo durante 20 minutos más.
Para poder comer nuestro delicioso pan casero habrá que esperar 2 horas para que enfríe del todo. Paciencia que merece la pena 😉
Si queréis ver otra receta que hemos aprendido a hacer durante este confinamiento no dejéis de visitar la de Nuggets caseros
Nosotros también hacemos el pan en casa, nos gusta el pan que hacemos, solo que nosotros nos ayudamos de la panificadora, el pan que mas solemos hacer , es el de desayuno (pan de semillas, que lleva varios tipos de semillas, y dos tipos de harina como son la integral ecológica y centeno también ecológica).
Y también nos gusta experimentar… pero el segundo que mas hacemos, nosotros le llamamos mediterráneo ( que es de aceitunas negras y tomates cherry)
Vaya tostón que os he dado,
un saludo
mmmm gracias por todas las ideas. Creo que ahora me toca a mí también experimentar 😛 Y a lo mejor, para los próximos Reyes me pido una panificadora 😉