Llegó el tan ansiado día en que los niños y niñas podían salir a la calle. Llegó y pasó y fue un día muy emocionante por todas las emociones que se vivieron en algo que era tan común y cotidiano como salir a la calle. No se vosotras pero nuestra primera salida a la calle después de más de 40 días de encierro fue todo un acontecimiento.
Preparativos para la primera salida a la calle
Como ya os conté en el post en donde hablaba del desconfinamiento infantil antes de salir nos preparamos a conciencia con lo que se podía o no se podía hacer. Vimos un vídeo que nos mandaron desde el colegio, hablamos sobre las emociones que nos producía el hecho de poder salir a la calle estando aún el virus por ahí y repasamos las normas.
Con un metro estuvimos viendo cuánto eran 2 metros para luego no quedarnos cortas si nos encontrábamos con alguien y hablamos de las mascarillas. Aún no tenemos las nuestras pero llegarán. Mientras esperamos que lleguen les dije que la mejor forma de evitar el contagio era lavarnos mucho las manos, respetar la distancia de seguridad si nos encontráramos con alguien y no tocar nada. También les dije que no era obligatorio salir a la calle, que ya podían pero no era una obligación y que podíamos esperar a que ellos estuvieran más seguros. Decidieron que querían salir 😛
Nuestra primera salida a la calle
No teníamos una idea prefijada de a qué hora íbamos a salir y nos dejamos llevar. Como amaneció un día soleado y agradable pensamos salir por la mañana ya que anunciaban empeoramiento por la tarde.
Hicimos nuestras rutinas diarias sin prisas y a las 11 y media ya estábamos listas para salir. Decidimos que yo acompañaría a los niños a su primera salida a la calle porque yo llevaba el mismo tiempo confinada en casa.
¿Qué sentimos al pisar la calle en nuestra primera salida?
Mi pequeña con los patines, el mayor con el patinete, yo con la mochila donde llevaba agua y gel hidroalcohólico,… ya estábamos listos para salir a la calle.
La verdad es que pensé que se me haría raro volver a estar en la calle pero no fue así. Era como si el día anterior hubiera estado fuera.
Para los niños fue diferente. Decían que les parecía todo más grande y que estaban emocionados por ver hasta los contenedores de la calle, jajajajajaja.
Nuestro primer recorrido
Lo primero que hicimos fue ir a ver a la yayi y ahí sí que me emocioné. Hablo todos los días con ella pero… ¡¡¡la echaba tanto de menos!!! Sus cafés diarios eran un bálsamo para las dos y de golpe y sopetón nos los quitaron. Solo hablamos 5 minutos ella desde el balcón y nosotras en la calle pero ya fue algo, una promesa de que pronto podremos retomar nuestros cafés.
Dimos un par de vueltas alrededor de la urbanización para no alejarnos mucho de nuestra casa y luego se tiraron un poco por una pequeña rampa hasta que se cansaron y optamos por volver a casa. En total 50 minutos que nos supieron a gloria 😉
De vuelta en casa
Al llegar a casa dejamos los zapatos fuera junto a los patines y el patinete. Nos quitamos la ropa y nos lavamos las manos muy bien antes de ponernos ropa limpia. No es que hiciera falta porque no tocaron nada pero era para darles una sensación de mayor seguridad.
El resto del día los pasamos más relajados y contentos. Las peleas entre hermanos se redujeron a niveles de primeros días de confinamiento y no dejaban de decir lo bien que les había sentado estirar las piernas 😛
Por mi parte… no podía estar más feliz por ellos porque disfrutaron muchísimo su primera salida a la calle y tranquila porque lo habíamos hecho bien. Además, ellos fueron muy responsables cuando se encontraron con amigos y se limitaron a hablar con ellos desde el otro lado de la carretera y durante poco tiempo.
Eso sí, le hemos cogido gustillo a eso de estar en casa que el lunes sólo quiso salir la pequeña y el martes no hicieron ni amago de pisar la calle 😉 Digo yo que tampoco es necesario estar todos los días 😉
Puedo imaginar la ilusión y emoción que sintieron tus peques al salir a la calle!
Nosotras al fin y al cabo mas o menos hemos salido ( a comprar, al menos) y además como adultas que somos tenemos otras perspectivas. Pero para ellos es todo un verdadero acontecimiento, como dices.
Esperemos que poco a poco las cosas vayan volviendo a su normalidad y que salir a la calle sin mascarillas, guantes o gel empiece a ser lo normal.
Eso si…sin olvidar una cosa muy importante que nos ha enseñado el COVID19…valorar los pequeñísimos detalles, y momentos, como puede ser el de dar un paseo en familia.
Un abrazo y sobre todo FELIZ DIA DE LA MADRE!!