El otro día mientras hablaba con mi madre (como casi todos los días) estuvimos comentando cómo la situación se está volviendo a complicar y que nos tememos que este año va a estar muy difícil reunirnos como siempre hacemos. En la Comunidad Valenciana vamos relativamente controlados en el tema contagios pero en donde viven mis padres se han disparado los casos. El confinamiento se avecina para ellos y por responsabilidad, si las cosas no mejoran, juntarnos para las fechas navideñas no sería lo más conveniente. Por ello, me recomendó que nos fuéramos preparando para una Navidad atípica.
Vamos poco a poco organizando una Navidad atípica
Parece que si no seguimos las tradiciones no se pueden celebrar igual las cosas. El confinamiento severo que sufrimos a partir de marzo nos demostró que cuando queremos podemos celebrar lo que se nos ocurra. Todavía recuerdo algunas procesiones improvisadas que circularon por internet que levantaron el ánimo a más de uno y una. Por ello… no dejemos que el covid_19 nos consiga arruinar la Navidad y seamos previsores
Adelanta la elección y compra de los regalos navideños
A lo mejor decirles a los más peques que escriban ya la carta a los Reyes Magos puede ser precipitado pero sí que podemos ir pensando en los regalos para los mayores. En mi casa siempre nos hacemos un detalle entre mis padres, mi hermana y nosotros. Me gusta hacerlos sobre todo regalos personalizados como tazas, fotos ampliadas o ropa. Por ejemplo, por lo que veo a mi alrededor, los regalos para abuelas que más triunfan, en estas fechas y en las que sean, son los que tienen que ver con sus nietos y nietas. Por ello podemos empezar ya a encargar todos esos detalles que queramos hacer. Pensar que si nos terminan confinando severamente otra vez será más complicado ir a comprarlos y todo lo que podamos adelantar ahora bien venido será 😉
Cómo compartir la mesa en una Navidad atípica
Reconozco que esta idea no es mía. Se le ocurrió a mi mayor cuando hablamos de la posibilidad de no poder celebrar la Nochevieja con mi familia. Nos planteó que podríamos instalar en el ordenador de mi madre la misma plataforma que tenemos mi hermana y yo en los nuestros para hacer una videollamada a la hora de sentarnos a cenar 😛 Nos pareció original la propuesta y cuando se lo dijimos a mis padres a ellos también les pareció bien. Sería como estar juntos pero a cientos de kilómetros.
Como nos gusta mirar el lado positivo a la cosas, cenar así tiene sus ventajas. Difícil será terminar en alguna acalorada discusión porque si no te interesa lo que dicen puedes ponerles en silencio y dejar de escuchar 😛
Hablar más con los niños de la magia de los Reyes Magos.
A ellos el covid_19 no les afecta y por eso podrán seguir llevando los regalos a todos los niños y niñas del mundo. Los Reyes Magos, Papá Noel, el Olentzero, el Tió,… todos son mágicos y están protegidos contra los virus que a nosotros nos afectan.
¿Por qué digo esto? Porque más de una amiga de hija y ella misma ya han mostrado preocupación por este tema. Mi mayor lo sabe e intenta convencerla de que no habrá problemas. Y ella, a sus 9 años, tiene clarísimo que los que salen en las cabalgatas o los que están en los centros comerciales no son los verdaderos. Ellos sólo vienen en Nochebuena o en Reyes. Pero claro… ¿si hay confinamiento podrán venir? ¿la policía los dejará pasar? ¿y si se contagian y se ponen enfermos? Hay que prepararles también para ello y os aseguro que más de uno le estará dando vueltas.
Todos los planes navideños dentro de casa
Como no sabemos cuál será la situación en diciembre lo mejor es tener preparados planes para hacer dentro de casa y que nuestros hijos e hijas noten lo menos posible que están viviendo una Navidad atípica.
Nosotros ya estamos haciendo recopilatorio de recetas navideñas que nunca hemos hecho por falta de tiempo y que ahora podríamos hacer. También estoy preparando una selección de películas de antes y de ahora para marcarnos unas cuantas sesiones de peli y manta 😛
Pienso decorar la casa por dentro como si fuera la gran casa de la Navidad y dejaré que sea ellos los que pongan los adornos donde más les guste. Y prepararemos un karaoke lleno de villancicos (pobres vecinos míos).
Manualidades, juegos en familia, concurso de dibujos navideños,… hay muchas opciones sin salir de casa y que hasta se pueden compartir por videollamada 😉
Felicitaciones navideñas en una Navidad atípica
También podemos aprovechar este tiempo de incertidumbre para retomar tradiciones que se están olvidando como la de escribir de nuestro puño y letra felicitaciones y enviarlas por correo. Incluso podemos hacerlas nosotros mismos aunque todavía recuerdo el paquete de postales de Unicef que cada año compraba mi madre para felicitar a la familia.
Da igual lo que se mande pero seguro que quien reciba la felicitación sentirá que no está siendo tan mala esta Navidad atípica ya que sabe que hay gente que la quiere y piensa en ella. ¿No me digáis que no os apetece hacer sentir así a alguien muy especial?
Y no habría que hacer mucho más. El resto se completaría con nuestra actitud hacía la situación. Podemos estar enfadados y tristes porque no podemos hacer lo que nos gusta o hacer que se pase lo mejor posible (y más rápido) para que cuando toda esta pandemia acabe y echemos la vista atrás podamos tener buenos recuerdos.