Cuando el cuerpo te pide un respiro
Si es que no somos invencibles. Creemos que podemos con todo y que nada nos va a hacer parar pero… NO. El cuerpo nos va enviando señales y podemos hacerle caso o, como hice yo, pasar de ellas. Pero llega un día en que dice basta y toca tomarse un respiro. Mi cuerpo me fue avisando con tiempo. Primero fueron pequeñas llamadas de atención. Luego fue un gran aviso. Me dio un respiro que me hizo confiarme. Me confié tanto que me lancé a un gran reto para mí dada mi condición física y… la lie. La lie parda y ahora estoy pagando las consecuencias.Sigue leyendo…