Se acerca el final de otro año escolar y con él llega la toma de nuevas decisiones. En esta caso, toca elegir entre llevar o no a los niños a una escuela de verano.
Es una decisión difícil de tomar, y creo que si se toma en consideración el carácter y gustos de los niños, jamás fallaremos en la elección.
Claro, que no siempre es algo que se quiera o no hacer, también nuestras responsabilidades nos obligan a tener que hacer uso de ellas, porque muchos padres (padre y madre) trabajan y no pueden tener dos meses de vacaciones para pasarlos con ellos, ¡¡¡ojalá!!!
Así que partiendo de esa necesidad, os voy a contar un poco lo que creo que debe de tener una escuela de verano para ser una buena opción para nuestros hijos.
Estamos en crisis, así que sinceramente, el precio es importante. No siempre la más cara es la mejor y hay que dar una oportunidad a las que son algo más baratas. No hay que pensar que por pagar menos los estamos llevando a un sitio peor. 😉
La propuesta pedagógica de los centros y los gustos de nuestros hijos también nos ayudarán a elegir bien una escuela para este verano. Las hay deportivas (de tenis, natación, combinadas,…), creativas (cocina, arte, teatro,…), sobre la naturaleza (granjas, huertas, cuidados de animales,…), de idiomas, o las escuelas infantiles que en verano modifican sus rutinas a actividades más lúdicas para los alumnos del año y los nuevos (normalmente niños mayores que han acabado en el colegio). Siempre acertaremos llevando a nuestros peques a una que vaya en consonancia con sus gustos.
La seguridad de la escuela de verano es muy pero que muy importante. En casi todas termina habiendo actividades relacionadas con el agua y… ya sabemos que hay que tener mucho cuidado con ella.
- Sería conveniente visitar la escuela y recorrer todas las instalaciones y controlar la higiene y seguridad de cada lugar.
- Conocer la cantidad de adultos que se responsabilizarán de cada grupo y la experiencia de los mismos. Lo ideal sería que no fueran grupos de más de 12 o 15 niños por docente y que estuvieran separados por edades.
- Sobre todo en los campamentos, debe de haber un médico permanente, un lugar para la atención y un botiquín de primeros auxilios bien equipado, un servicio de emergencia y un seguro por accidentes (esto último lo considero primordial en cualquier tipo de escuela)
Los horarios y duración de la escuela. Si van a ir a un campamento o escuela de verano en la que van a pasar unos días fuera de casa, deberemos tener en cuenta la duración y si ya se han separado de nosotros antes o no. Más de 15 días pueden llegar a ser una eternidad para un niño o niña que nunca antes ha estado lejos de sus padres. Si la opción es una escuela de verano para ir a diario, tendremos que fijarnos en si tendrá servicio de comedor y los horarios de inicio y finalización de las actividades.
Pero lo más importante es encontrar una escuela de verano que ofrezca una oferta interesante e innovadora a nuestros hijos para que disfruten de ella y no lo vivan como una obligación, que… ¡¡¡bastante han tenido con el curso escolar!!!
Yo siempre me lo pasé muy bien en las escuelas de verano, las recuerdo con mucho cariño.
Un saludoo 🙂
yo nunca fui porque donde vivíamos todos los niños y niñas nos quedábamos en casa… para el mayor va a ser su segundo año y el primero de la pequeña… están deseando, sólo irán 4 horas pero con todos sus amigos 😉 espero que lo disfruten y guarden tan buenos recuerdos como los tuyos.. feliz día
Estoy en plena lucha de saber donde irá mi hija en el mes de julio… Trabajar ambos padres el mismo mes en el que están de vacaciones, no lo llevo nada bien.