Aunque hace ya algunos meses que entramos en los dos años o como algunas personas les gusta decir “Los temibles dos años”, tengo que decir que de momento nada de nada.
Todavía me acuerdo cuando tuve a mi pequeña y me preguntaban qué tal era. Yo les decía “toda orgullosa” que era un ángel y era totalmente cierto. Sólo lloraba a la hora de comer y es que era acercarse su momento de bibi y se ponía a lloriquear como una histérica. Dormía toda la noche del tirón desde que tenía un mes de vida y la gente me decía:
– ” Uuuff… Ya veras, a los tres meses cambia la cosa, se pondrá insoportable, porque mi nieto, mi hij@, el de mi vecina, bla, bla, bla…”
Y claro yo toda llena de miedo como buena madre primeriza.
Pero hay que reconocer que cada niño o niña es un mundo y cada uno actúa y se expresa de una manera diferente.
Después, cuando Paula hizo los dos años, me obsesioné con esos berrinches (que hasta el momento no habían ni aparecido) o esas pataletas de tirarse al suelo porque no se hace lo que ella quiere, a eso sí que le tenia y le tengo miedo.
Pero a los 4 meses de cumplirlos están empezando aparecer y desde luego dicen que tiene el mismo genio que yo, pero puedo decir que no, que ella es más cabezona si cabe, más que el padre y yo juntos.
Hoy mismo sin ir más lejos me ha montado una en el súper del 15, todo porque quería un dichoso globo, cosa que tenía pensado comprar, pero lo quería ya, no se podía esperar y claro como diga ya es ya y si no la monta y para colmo se mea encima para añadir más leña al asunto. Después de llevarme 10 minutos intentado explicarla, con toda mi calma, que primero había que pagarlos porque venían en una bolsa cerrados y que cuando llegáramos al coche le inflaba uno, ha cedido y se ha comportado, pero claro a los 5 minutos igual, así que por fin a la tercera lo ha entendido perfectamente y se ha aguantado hasta el coche y ha obtenido su premio.
Sé que es difícil controlar el genio que nosotras mismo tenemos, y que es fácil decirlo, pero creo que en estas rabietas lo importante es ayudar al niño a explicarnos cuál es el problema de su llanto, sin perder los papeles, claro.
A veces Paula me llega hasta retar, sobre todo a la hora de dormir, ya que el padre la acostumbró a dormir con él en su cama cuando nunca lo habíamos hecho. Ella, desde que paso a su cama, se iba solita, se subía y se abrazaba a sus muñecos, te daba un beso y te decía buenas noches. Al cambiarnos de país las cosas se desmadraron un poco y ahora cada noche es un lloro tras de otro por que el padre, y sobre todo yo, pensamos que es muy grande para dormir con ella ¡ella también dice que es grande y que quiere dormir solita, pero madre la que luego lía la tía!, ahí sí que tengo que razonar con ella, intentar explicarla que es una nena muy grande, lo que vamos hacer al día siguiente si duerme ella solita y lo que no haremos si duermo con ella, claro está que me llevo media hora para todo esto, pero eso sí, se queda medio protestando y al cabo de 5 minutos se duerme. También tengo que decir que no llora a lágrima viva, si no que son lágrimas de cocodrilo, hace que llora para atraer nuestra atención y si no pues llama a su padre que sabe que a él le torea más jajaja…
Creo que la clave es no chillarlos, ya que ellos nos van copiando ahora mismo en todo lo que hacemos, en explicarles las cosas con calma y sobre todo intentar estar calmados nosotros mismo porque si no sería peor y eso empeoraría la situación. También escucharlos y darlos nuestra opinión sobre el por qué de su rabieta, ¡Aunque a veces nos cueste entenderlos jajaja…!
De momento para mí no son tan temibles, tampoco es que no esté pasando por ello, pero tengo que reconocer que con esta etapa estoy aprendiendo muchísimo sobre mí y mi peque y cómo llevar la situación a buen puerto sin que haya más lloros de por medio y sobre todo que no haya gritos.
Pues si que son para temerlos. A ver los espectáculos que me monta la bichilla cuando aterrice en esa edad…
Jajajaj…ya veras que como esa preciosidad va a ser un angelito no te preocupes jajaja
Los cambios afectan a todos, y volver a las rutinas, cuando estaban tan instauradas cuesta unos pocos días, pero seguro que en breve vuelve a la cama sola, a dar besitos y las buenas noches a todos los muñecos.
Mi hija pequeña, recién 2 cumplidos, está teniendo algún berrinche de vez en cuando, pero se le pasa si le cambio el tema del mismo.
Besos amorosos.
Ps. y vuestra adaptación, bien?
Aaaayyy Marta si solo fueran las rutinas ajajaja….pero parece que se le van pasando un poco, ya por lo menos llevamos dos semanas que se va a la cama y esta semana apenas protesta, solo si la lleva el padre, luego voy yo la doy las buenas noches y la digo que si ha cogido a toda la tropa de muñecos para dormir y cuando los tiene mas que recontados me da un beso y las buenas noches. La adaptación la verdad es que de momento genial.
Millones de besos.
Mi hija está en la misma etapa y hago lo mismo que tú. Aunque tarden en entender lo acaban comprendiendo y eso sienta unas bases de comunicación para el futuro en el que sabrán que les vas a comprender, escuchar y explicar sin gritar ni regañar.
Mucho ánimo y a ver si pasa rápido 😛
Siiii, ya por lo menos lo va entendiendo y los berrinches son menos escandalosos, que ganas de que pase esta epoca jajaja…
¡¡¡que alegría que ya estéis por aquí!!!Mi hija con dos regu , hasta se castigo ella a sí misma en un Zara, pero ahora con 5 ha vuelto a no querer dormir sola, nos grita y pega con lo buenísima que parece y la castigas y se ríe. A los 15 me he muerto del disgusto
🙂 jajajaja que no mujer ya veras como no, la verdad es que son temporadas que tienen,pero no me digas que a los 5 se vuelve pegona por que si ya lo es la mia con 2 con 5 no me quiero imaginar…..