Entraron en el salón de actos y vieron todo el escenario cubierto con una gran tela.
¿Qué escondería detrás? Ninguno se atrevía a dar el primer paso así que tomé aire y me dirigí hacia allí. Ya casi había alcanzado mi objetivo cuando noté como si una mano invisible me agarrará del jersey y me tirara hacia atrás evitando que quitara la cortina.
Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo y me giré buscando a mis amigos. Todos ellos seguían en lo alto de la sala como estatuas, petrificados por el miedo. Les hice gestos para que me siguieran pero siguieron inmóviles.
– Al menos no se van – me dije a mí misma.
Volví a mirar a la tela. Había una sombra tras ella y yo necesitaba saber quién era.
Hice otro intento de quitarla y tampoco pude. Un templado aliento en mi cuello me hizo girarme. No se veía a nadie.
¡Que miedo!!
es lo que pretendía..jejejeje
Uff que tensión! !! Que misterio! ! Genial 🙂
Buen finde!
gracias 😉
Ay, madre!! Que me la convierte también en estatua! ¿Ese aliento templado de quien procederá?…
Ummm ¿Quién sabe? A lo mejor continuo la semana que viene 😉
Este reto parece los cuentos de las mil y una noches. Varios participantes ya me tenéis ansiosa perdida esperando la siguiente entrega, ja, ja, ja…
Un abrazo
y acabas de empezar… este carnaval engancha y mucho… aunque te puedo adelantar que yo soy más de dejar finales abiertos y no continuar a la semana siguiente 😉
Un besazo y nos leemos