Junto a nuestro libro Van Gogh, los sentimientos de un gran artista, Boolino nos obsequió con la guía de lectura de Otto el perro cartero y los materiales para una de las actividades propuestas en su correspondiente Boolino Book Box: crear una gorra de cartero y un buzón para enviar cartas.
El libro Otto el perro cartero es del tipo sin texto por lo que nos permite adaptarlo a la edad y comprensión de nuestros hijos, pudiendo leerlo en cualquier etapa. Además, gracias a la guía de lectura que acompaña al libro en cada caja, podemos obtener más ideas y consejos para sacarle el máximo partido.
En sí, Otto el perro cartero es un libro para buscar cosas. En cada página, Otto debe hacer un montón de entregas pero hay demasiada gente y hay que ayudarle a encontrarlos.
Así, para niños de 2 a 3 años, se recomienda que los padres jueguen con los niños a buscar y encontrar los objetos que pone al pie de la página y luego explicarles lo que pasa en la imagen.
Para niños de 3 a 6 años, nos animan a que juguemos con ellos a buscar los objetos pero esta vez con un tiempo limitado, una manera de trabajar la capacidad de concentración de los niños. También podemos pedirles que imaginen la historia del objeto encontrado por Otto.
Finalmente, para niños de 6 a 8 años, nos proponen complicar un poco más la lectura, animándoles a describir la historia de cada uno de los escenarios en los que Otto entrega cada carta y trabajar el recorrido que Otto ha tenido que hacer hasta entregarla.
Como veis, es más un libro para verlo juntos y jugar que para antes de dormir 😉
Por otro lado, en la Boolino Book Box vienen los materiales para hacer una manualidad que, al igual que el libro, se puede adaptar a las edades de nuestros hijos.
Como os he dicho al principio, para Otto el perro cartero, podemos hacer una gorra y un buzón y convertirnos así en carteros.
Materiales:
Goma eva amarilla
2 láminas con las imágenes del buzón y la visera de cartero
Una caja
Tijeras
Pegamento en barra
Primero hicimos la gorra de cartero. Muy sencillo, recortar las figuras de la lámina que vienen en la caja y pegarlas con pegamento de barra.
El buzón costó un poco más, pero merece la pena cuando ves el resultado.
- Pegar la goma eva amarilla a una caja. Si sobra por los lados recortar para que quede bien.
- Recortar la imagen de la segunda lámina (la que pone Correos) y pegarla sobre la goma eva.
- Con la ayuda del cúter, abrir la boca al buzón y listo
Como veis, el resultado es fantástico y los niños se entretienen mucho haciéndolo y una vez terminada la manualidad, propusimos el juego a hacer con ella.
Cada día, uno de los niños se convierte en El cartero del día y se encarga de abrir el buzón antes de irnos a dormir para leer las notas que estén dentro. Pueden ser dibujos, pegatinas, notas de “te quiero”, o vales para canjear por besos, abrazos o lo que se nos ocurra. Todo ello, lo habremos introducido en el buzón a lo largo del día.
¿Os gusta la idea? ¿Qué otras cosas podríamos hacer con el buzón?
Me encantan los libros que son de buscar cosas entre sus páginas. Además las actividades que pones me parecen fabulosas.
A nosotros también nos gustan mucho. Lo bueno es que estas actividades y otras te las proponen directamente desde Boolino, cuando compras su caja, y luego es adaptarlas a cada familia 😉