Hace tiempo que no escribíamos sobre ningún cuento infantil. La vorágine de actividades y eventos de las últimas semanas no nos dejaban tiempo para ello. Pero leer hemos seguido leyendo y hoy os enseño uno de los últimos que hemos leído y que además nos han dado mucho juego durante los carnavales. #Hoyleemos Máscaras en el bosque de Laurent Moreau.
Una mañana de primavera,
un cazador se adentra en el bosque.
¡Cuidado, cuidado!
¿Qué querrá cazar?
¡Rápido, busca tu máscara y corre a esconderte!
Así comienza nuestro cuento con el que, además de leer, podemos jugar y jugar.
¿Cómo? Muy sencillo, con las máscaras de los animales protagonistas de la historia que encontramos entre sus páginas.
Son nueve máscaras que vienen ya precortadas para que les sea más fácil a los niños cogerlas, fáciles de montar (cuernos y orejas) y con los agujeros ya hechos para poner una goma y así quedarles bien sujetas. Un búho, un tigre o un ciervo. Un mono, un zorro o un conejo. En cualquiera de estos animales nos podemos convertir (los mayores también podemos jugar a transformarnos en animales del bosque) pero además, podemos ser un duende del bosque, el gigante del bosque o el pájaro encantado 😛 Todos ellos viven en nuestro cuento.
¿Pero qué cuenta el libro Máscaras en el bosque? La historia es sobre un cazador que se adentra en el bosque en busca de animales a los que cazar pero todos ellos le ven llegar y se esconden para que no los encuentre. No consigue ver a ninguno de los habitantes aunque ellos están cerca pero son más listos y astutos que él. Da tantas vueltas que, al final, se pierde y se hace de noche sin haber conseguido salir de allí y sin haber cazado nada. No le queda más remedio que pasar la noche en el bosque. Pero también durante la noche le esperan sorpresas, otros habitantes le vigilan. El búho y el duende del bosque lo asustan hasta que consiguen que se vaya… con el saco vacío.
A mis hijos les ha gustado mucho este cuento que nos trae la Editorial Patio, y lo de jugar con las máscaras ha sido lo más. Uno es el cazador y los demás, con las máscaras puestas, nos escondemos y actuamos como los animales que somos (ellos casi siempre escogen el tigre pero a mí me gusta ser el gigante del bosque). Otra manera de jugar al escondite. También las usamos para hacer nuevas máscaras y completar las familias. Las copiamos en cartulinas, pintamos y recortamos. Y muchas opciones más que poco a poco se nos irán ocurriendo porque el libro da para ello.
Ahora bien, a mí hay una cosita que no me ha terminado de convencer mucho y que, cuando les leo yo el cuento, me salto. Y es que, para referirse al cazador, en un par de ocasiones usan calificativos negativos y despectivos que no me gustan. Si yo les educo en que no tienen que juzgar ni descalificar a sus compañeros ni amigos no puedo quedarme sin decir nada cuando en un cuento infantil lo hacen.
¡Ningún peligro, ese desgraciado no ve nada!
Es algo que cambiaria.
Por lo demás, me gusta Máscaras en el bosque porque es divertido tanto para los pequeños como para los mayores.
¿Os animáis a entrar a jugar un rato en el bosque?