Antes de quedarme embarazada tenía muy claro cómo iba a educar a mis hijos: no iba a ser una de esas madres consentidoras que lo permiten todo, iba a ser cariñosa pero recta y no iba a consentir que ellos me pusieran a prueba. ¡Ja!
Ahora miro atrás y me río. Qué fácil es pensarlo, ¿verdad?. Los niños no son como las muñecas que teníamos de pequeñas, que hacíamos con ellas lo que queríamos y no se quejaban. Ellos son impredecibles y rara vez serán como la idea preconcebida que nos hayamos podido hacer.
– “Tendrán que comer lo que se les ponga, sino se irán a la cama sin cenar”
– “Chucherías ninguna, y menos antes de las comidas”
– “Tendré cuidado con cogerlos en brazos para que no se acostumbren”…
Y podríamos seguir. Pues todas son frases que decía de lo más convencida.
– “Jamás dejaré que duerman con nosotros”: la de veces que la habré repetido, y mirad ahora cómo titulo el post. Después de 2 hijos, el colecho es una parte importante de nuestra vida y es algo de lo que no me arrepiento.
Y, ¿por qué?
Todo comenzó porque mi primer embarazo terminó en cesárea y los puntos no me dejaban levantarme con la agilidad y la rapidez suficientes para acudir a la llamada de mi pequeño cuando tenía hambre. Entonces decidimos meterlo en la cama con nosotros, y poder así darle el pecho a demanda. Nos fue tan bien que, con la segunda, más de lo mismo (y eso que esta vez no fue cesárea). Recién nacida mi pequeña, me acostaba sin la parte de arriba del pijama y, de esta manera, podía engancharse cada vez que quisiera.
Tuve que escuchar que me dijeran que se iban a acostumbrar, que me costaría mucho que se durmieran solos en sus camas… Confieso que, con el mayor, cedí a las presiones e intenté al año pasarlo a su cama, ¡¡¡craso error!!! Empezó a tener pavor a la hora de dormir y todas las noches eran un drama. Cansados y yo embarazada, optamos por volver al colecho, ¡mano de santo! En pocos meses, él mismo quiso irse a su cama (¡ya era mayor!), con la certeza de que, si en algún momento tenía miedo o se sentía solo, podía volver a nuestra cama.
Con la llegada de la pequeña, él mismo fue el que espació sus venidas a nuestra cama, pero ya hubo algún día que amanecimos los 4 juntos, ¡de foto!. Y, casi cuatro años después, seguimos igual, aunque cada uno tenga su cama.
Esta es mi experiencia. Recomiendo el colecho a quien me pregunta y animo a los que aún tienen dudas a probarlo, pero entiendo que no es una opción para todas las familias.
Ventajas del colecho:
- Facilita la lactancia y la alimentación nocturna, incluso si es con biberón, siendo un momento de intimidad, seguridad y descanso para todos
- La familia recupera el tiempo perdido. Madres que trabajan fuera de casa y con un horario largo amplían las horas que pasan con sus hijos.
- Los niños se sienten mejor. Pensar que el llanto del bebé puede ser por necesidades físicas pero también por miedo, frío, dolor, mimos o incomodidad. Teniéndolos cerca podemos atender antes sus necesidades
- Cuanto mejor durmamos, mejor estaremos por la mañana tanto los niños como los adultos
No se recomienda practicar el colecho cuando:
- Se esté muy cansado
- Se haya ingerido alcohol, drogas o fumado
- Se esté muy obeso
El colecho es una opción que, practicada con seguridad, ofrece muchas cosas a favor a las familias.
Fuentes: bebesymamás.com, embarazoymas.com
Gracias por recordar y escribir sobre algo tan bonito pero que pocos entienden!. Aqui dejo el enlace de blog de Javi, es algo más extenso, pero por si alguien quiere ampliar conocimientos! 😉
http://javierfernandezromero.wordpress.com/2012/02/16/nosotros-practicamos-el-colecho-y-tu-2/
Y en nada te tocará hacerle huequito a Rocío!!!!
Me encanta este post, en mi casa a veces tambien lo practicamos
y qué gusto da despertarse junto a ellos, verdad???? 😉
yo practico el colecho!!!… y lo mejor es despertar, mirarla, decirle “buenos dias mi amor” y que te regalen una sonrisitaaaaaa, es lo maximooooo!!!!!! 🙂
😉
Pues no, me parece que más que un error es un horror. Yo también he sido cesareada dos veces y nunca hice colecho. Un bebe con sus papás??? No, si te sientes culpable porque trabajas todo el día … renuncia y si no puedes porque tienes que trabajar entonces para que carajos tienes hijos.
gracias por tu aportación. Cada uno piensa lo que quiere. Craso error el que pienses que colecho porque no paso el suficiente tiempo en casa con mis hijos porque resulta que trabajo desde casa y he pasado cada día con ellos. Colechamos porque es beneficioso para nuestra familia y es más, te voy a horrorizar un poquito más, el mayor de 5 años todavía duerme con nosotros cuando lo necesita o quiere. JAMÁS les rechazamos si tienen miedo, se sienten solos o simplemente quieren compañía.
No, no me siento culpable y por eso colecho, colecho porque me da la gana.
Feliz día
http://m.bebesymas.com/desarrollo/los-bebes-deberian-dormir-en-la-cama-de-mama-al-menos-hasta-los-tres-anos
Fábrica de cunas colechos y catres para bebés