Ayer fue un día especial para mi chico mayor y por varias razones.
La primera es que ayer tuvieron comida especial en el comedor del cole porque a partir del lunes ya empieza el horario de verano y no se quedarán a comer la gran mayoría (entre ellos A).
La segunda es que les hicieron un regalo muy bonito que no deja que lo toque nadie 😉 jejejeje.
Y la tercera, es que fuimos el padre de la criatura, su hermana y yo a la clase a contar un cuento.
Os pongo en antecedentes. Su profesora, a lo largo del curso, propuso un taller de cuentos en el que cada viernes debía de ir un padre/madre a contar el cuento que quisiera a los niños. La idea no sólo se quedaba en eso, si no que también nos animaba a que lo escenificáramos con marionetas, o dibujos o cualquier cosa que se nos ocurriera.
Y llegó nuestro turno, el último viernes del taller, y mi marido todo preparado para contar el cuento de “En Quimet i la Martina” (en valenciano porque nuestro hijo va en esa línea) y una sorpresita en un bolsillo.
Fuimos toda la familia porque A quería presentar a su hermana a la clase, y con el permiso de la profesora, allí que nos presentamos. Todos sentados muy formales en el suelo, expectantes por el cuento.
Y les gustó y mucho, sobre todo cuando Quimet asomó por el bolsillo de la camisa de mi marido (es el ratón protagonista del cuento) y dijo que se quedaba con ellos en clase ;).
Pero no quedó ahí. E había llevado su propio cuento, el del Patito Feo, a la clase y la tutora nos dijo que si queríamos había tiempo para otro cuento y, no me lo pensé dos veces y me senté a contarles mi versión de ese cuento, pero en castellano que yo aún no domino el valenciano 😛
Lo mejor, fue la cara de mi hijo todo emocionado viendo a su familia allí con sus compañeros y lo orgulloso que estaba de su hermana.
Seguro que fue un día muy especial!!
Besos
Qué emocionante! Yo quiero proponer algo así para el año que viene en infantil… Me parece una idea muy didáctica para todos.