Ayer celebramos el Día del Padre con una comida familiar. Cada uno aportaba algo a la mesa y, como casi siempre, nosotros nos encargamos del postre. Como quería salirme de la rutina del chocolate y el bizcocho pensé en hacer algo diferente. Aprovechando que estamos en época de fresas preparé… ¡¡una tarta de mousse de fresas!!
Primero busqué varias recetas a ver cuál me convencía más. Al final me decanté por una de María Lunarillos (me encanta este blog) aunque, como siempre, le di mi pequeño toque. El resultado fue muchísimo mejor de lo esperado y… ¡¡no sobró ni una miguita de la tarta!! 😛
Ingredientes para la Tarta Mousse de Fresas:
Para la base:
- 180 gramos de galletas tipo digestive
- 2 cucharadas de margarina a temperatura ambiente
- 3 cucharadas de azúcar avainillado
Para la tarta:
- 500 gramos de fresas
- 250 gramos de nata para montar (mínimo un 35% de grasa)
- 100 gramos de azúcar
- 3 claras de huevo
- 1 pizca de sal
- 4 hojas de gelatina
- Zumo de 1 limón
Para la decoración:
- Fresas frescas
- 1 lámina de gelatina
- Agua para 1 lámina de gelatina (en mi caso fueron 85 ml)
Cómo hacer la Tarta de Mousse de Fresas:
Primero hacemos la base. Para ello machacamos bien las galletas y hacemos una masa añadiéndole la mantequilla y el azúcar avainillado. Luego forramos la base de un molde desmontable, cubriendo bien y de una manera uniforme toda ella, y dejamos enfriar en la nevera.
Para hacer la tarta primero lavaremos y secaremos bien las fresas. En un cazo las pondremos a calentar con la mitad del azúcar (50 gramos) a fuego suave. Una vez que comiencen a hervir dejaremos 10 minutos más en el fuego.
Mientras se va haciendo el puré de fresas, hidrataremos la gelatina en 3 o 4 cucharadas de agua muy fría.
Retiramos del fuego las fresas y añadimos a ellas el zumo de un limón y la gelatina hidratada bien escurrida. Removemos bien para que se mezcle todo y lo pasamos por el pasapuré para eliminar los granos de las fresas y dejar un puré muy suave. Lo reservamos a temperatura ambiente.
Montamos la nata, que debe de estar bien fría, y la agregamos al puré mezclándolos con la ayuda de una espátula y con movimientos suaves y envolventes para que no se baje. Volvemos a reservar.
Separamos las claras de las yemas de tres huevos y montamos, con la batidora de varillas, las claras hasta conseguir una mezcla espumosa. Añadimos el resto del azúcar (50 gramos) y seguimos batiendo durante 5 minutos más. Como con la nata, agregamos las claras a la mezcla con cuidado y movimientos envolventes.
Una vez conseguida una mezcla homogénea echamos la mezcla en el molde, sobre la base de galleta. Podemos dar un par de golpes con el molde para que se iguale y asiente mejor la mezcla. Llevamos a la nevera y dejamos enfriar para que cuaje. Cuanto más tiempo mejor así que si se hace de un día para otro el resultado ya será perfecto. Yo dejé la mía toda una noche.
La decoración ya es al gusto. Se puede dejar sin nada (el color es tan espectacular que ya llama así la atención), se puede hacer un sirope para cubrirla toda ella o se puede usar fresas frescas. Ésta última opción es la que escogí.
Primero, calenté una hoja de gelatina en 85 ml de agua. Mientras se enfriaba lavé, sequé y corté por la mitad unas cuantas fresas. Decoré la tarta y, con la ayuda de un pincel, eché la gelatina por toda la tarta, sobre las fresas y por donde no había fresas. Volví a meter en la nevera hasta la hora de comer.
Desmoldar es muy sencillo aunque hay que hacerlo con cuidado para no llevarnos la tarta con el molde. Yo busqué un momento de tranquilidad porque las prisas nunca son buenas amigas 😉
Gustó a todo el mundo y no sobró nada de nada. Además mi mayor ya me está diciendo que cuándo vuelvo a hacerla. Para mí eso ya es todo un alago y una confirmación de que no estuvo nada mal.
¿Os animáis a hacerla? ¿Con qué otras frutas habéis hecho esta tarta? Se admiten sugerencias 😉
¡Qué pinta!
gracias
Mmmm qué buenísima pinta!!! Esta me la guardo jeje a ver cuándo puedo hacerlo. Para variantes con limón o naranja seguro que también queda bien!
la de limón creo que la probaré en breve, me gustan los sabores ácidos 😉