El título del post ya os anticipa lo que voy a hacer estos Carnavales, al menos para el colegio.
Vale que Carnavales es una vez al año, que se nos cae la baba viendo a nuestros pequeños darlo todo bien guapos en las funciones de fin de curso y de Navidad, pero éste es el tercer disfraz a llevar al cole en apenas 8 meses y ya hay un acúmulo importante de disfraces en nuestra casa (y en nuestro presupuesto).
Eso, unido a la facilísima temática que nos ha tocado, ¡Centroamérica nada menos!, ¡¡¡yujuuu!! y que aún es pequeñita y no impone exigencia alguna… me ha lanzado de pleno, echándole la dosis necesaria de imaginación, a entretenerme con otro reciclaje creativo de los que acostumbro.
¿Os acordáis del disfraz de griega que también fue el de un ángel y pasó a ser el disfraz de una pastora estas navidades? Aún daba para algún uso extra, ¡¡por supuesto!! jajaja
Visto que los trajes típicos de Centroamérica acostumbran a llevar colores llamativos y mucho vuelo y volante, busqué por casa y aproveché trozos de tela y bordados de camisetas que ya no le valían a la peque para añadírselos a la base del vestido que había hecho y teñido anteriormente:
Y este ha sido el resultado final, al que le sumaré un recogido trenzado y unas flores:
Nosotras este año, por ser la primera vez en carnavales ¡todo nuevo! Pero para las siguientes veces seguro que algo tendremos que reutilizar.
Y es que ¡hay que aprovechar que aún no piden! jajajaja Que la mía para lo exigente que es con la ropa, me sorprende que no lo sea para esto, pero ¡¡hay que aprovecharlo!!
¡Qué chulada! lo que da de sí el vestido. Claramente hay que intentar reutilizar porque si no, menudo daño al bolsillo… 😉
Feliz día!
Ay, es que parece que duele comprar algo para un solo día y que al año siguiente no le vaya a valir, ¿verdad?
Besoteee