Si nos seguís por Instagram ya sabréis que en enero empecé con un cambio de hábitos junto a Marta (podéis encontrarla en su perfil de Instagram martahealthy40). Voy mostrando los cambios que hago por esa red social pero quería explicar las razones (en concreto mis 3 razones) por las que decidí hacer este proceso con ella. Seguramente muchas os sentiréis identificadas con ellas y puede que leyendo mi experiencia os animéis a hacerlo porque esta vez puede que sea la definitiva.
Y digo puede porque a lo mejor tampoco se consigue pero al menos hay que seguir intentándolo 😛
Y no estoy hablando de adelgazar ni perder peso para entrar en los cánones de belleza que nos imponen ni tener el cuerpo que nos venden. No. Estoy hablando de seguir unos hábitos saludables y una buena relación con la comida. Si tú ya los tienes y lo que buscas aquí es una receta mágica para adelgazar creo que no vas a encontrar nada nuevo porque ya haces lo que yo no hacía hasta ahora.
Mis 3 razones para hacer un cambio de hábitos
SALUD
Primera de mis 3 razones y la más importante para mí de ahí que esté en este lugar. No tengo colesterol, ni diabetes, ni hipertensión, que son las enfermedades que primero vigilan cuando vas al médico y estás gorda. Mis analíticas son perfectas en esos aspectos pero yo no me notaba bien en el día a día. Me cansaba enseguida cuando antes era capaz de hacer kilómetros y kilómetros sin inmutarme. Seguía pudiendo hacerlos pero acababa agotada y luego tardaba días en recuperarme.
Por no hablar de cómo perdía el aliento subiendo cuestas o escaleras. O el dolor de rodillas que antes no tenía. Pequeñas cosas que señalaban que mi salud se estaba resintiendo y pedían a gritos un cambio de hábitos.
Mi TCA
Sí, entre las 3 razones para cambiar de hábitos estaba la de controlar mi trastorno con la comida. Soy capaz de pegarme atracones simplemente porque un día no ha salido bien. Una discusión con otra persona, atracón. Malas noticias, atracón. Buenas noticias, atracón. Subidón momentáneo mientras como pero luego nada por lo que vuelta a empezar. Por no hablar de cuando vomitaba después de los atracones por la culpa de haber comido tanto.
Y ahora soy consciente de ello. No es que lo supiera cuando empecé con Marta pero hablando con ella me he dado cuenta que utilizo la comida para sentirme mejor. Estaba dentro de mis razones pero no me lo planteaba así. Simplemente quería dejar de tener ganas de comer chocolate o dulce a cualquier hora del día o de la noche.
Bajar de peso
Sí, una de las 3 razones para este cambio era bajar de peso. Quería estar delgada y poder comprar ropa en tiendas físicas y no solo en Shein. Quería poder ir a los parques de atracciones y no pensar si iba a entrar o no en la atracción mientras hacía cola. Ojalá poder ir a la playa y ponerme en bañador sin sentirme juzgada por mi cuerpo. Sí, cuando empecé con Marta mi objetivo era adelgazar y no volver a engordar.
Ya os digo, ERA mi objetivo para lograr volver a tener buena salud. Después de mi primera sesión las prioridades cambiaron y os puedo asegurar que esta razón ya no me importa mucho, pero de esto hablaremos otro día.
Ya está, hasta aquí mis razones. Tan válidas como las tuyas o las de tu amigo o las de la vecina porque son las mías. Son las que nos llevan hacia el cambio. Puedes probar mil y una dietas, cirugías o productos adelgazantes pero si no tienes claro el por qué lo haces y, lo que para mí es más importante, si no tienes claro que quieres realmente hacerlo, no te funcionará nada. Hay que quererlo y con eso ya tienes medio camino recorrido. Toca la siguiente parte pero eso lo dejo para la semana que viene 😉